El incesante incremento del precio del gas y la luz está afectando a todas a las familias, por este motivo la pregunta más repetida es: ¿Cómo poder ahorrar en casa a la hora de cocinar o de poner la calefacción este invierno? Los expertos recomiendan una serie de consejos para reducir el consumo.

1. Utilizar electrodomésticos de manera eficiente

Uno de los primeros pasos para ahorrar luz en nuestros hogares es hacer un uso óptimo de los electrodomésticos. Los aparatos más modernos tienen un consumo de energía más eficiente, por eso se tienen que escoger electrodomésticos con la etiqueta energética A, A+, A++ o A+++, ya que consumen hasta un 55% menos que los convencionales.

A la hora de reducir el consumo en la cocina, donde se encuentran la mayoría de electrodomésticos con que más consumen, los expertos recomiendan:

  • Mantener la nevera alejada de fuentes de calor como pueden ser el horno, un radiador o una ventana por la cual entre el sol. También controlar regularmente la temperatura, que puede ser de 5 grados, mientras que el congelador puede estar a -18 grados. Otra buena manera de ahorrar es intentar abrir la nevera las mínimas veces posibles, ya que también se pierde energía. Además, también se recomienda no poner platos calientes en el interior.
  • Cargar al máximo la lavadora y el lavavajillas, y si no hace falta agua caliente, lavar siempre a 40 grados, en lugar de 60 grados.
  • Utilizar ollas y sartenes con el diámetro adecuado para cada fuego y así evitar malbaratar el calor. Otra manera de optimizar el calor es usar las tapas de las ollas o cocinar con la olla a presión. Con respecto al guisado, la placa de inducción consume menos que la vitrocerámica.

2. Abandonar el stand by

Los aparatos electrónicos que no se estén utilizando se tienen que desenchufar siempre. El stand by o falso apagado puede suponer hasta un 10% del consumo a lo largo del año. La televisión, el ordenador, los cargadores de móvil o la cafetera son algunos de los aparatos se quedan enchufados de forma permanente, y es importante saber, que aunque parece que no están consumiendo porque están apagados, sí que lo hacen. Una manera de ahorrar sería desenchufarlos por la noche, cuando salimos de casa o cuando no los estemos usando.

3. Sustituir las bombillas

Uno de los cambios más sencillos es cambiar las bombillas de casa. Las bombillas led o de bajo consumo son una gran fuente de ahorro en comparación con las bombillas tradicionales, o las luces halógenas, que gastan hasta 10 veces más cantidad de electricidad que los leds. Aunque el precio de las bombillas es más elevado, sale recompensado en la factura de la luz, hasta un 50% menos de consumo en las luces de bajo consumo y un 80% en la iluminación led.

4. Controlar la temperatura

Hacer un uso correcto de la calefacción también servirá para no malgastar energía. Es importante controlar la temperatura de la vivienda, que según los expertos, la ideal es entre los 20-23° durante el día y los 15-17° por la noche. Para controlar la temperatura de casa es perfecto tener un termostato programable para ajustar la temperatura a las diferentes necesidades: día/noche, fines de semana, viajes, etc. Así será posible calentar solo unas ciertas habitaciones a determinadas horas del día, o apagar automáticamente los sistemas de calefacción entre las 10 de la mañana y las 17 horas de la tarde. Apagando o rebajando la calefacción una hora antes de meterse en la cama, se puede ahorrar hasta un 25%. Por encima de los 20 °C, cada grado adicional encarece la factura eléctrica en torno a un 7%. De esta manera, la reducción de la temperatura de los radiadores en 1 o 2 °C permite ahorros significativos a final de mes.

5. Revisar la caldera

Un acto tan sencillo como limpiar el polvo de los radiadores con regularidad puede ahorrarte hasta un 10% de la energía consumida. También es importante no tapar los radiadores con ningún objeto, y en el caso de tener radiadores hidráulicos, se tienen que vaciar regularmente. Además, el aislamiento de las cañerías en el circuito hidráulico de calefacción te permitirá reducir el consumo de agua caliente en un 10% aproximadamente. También se puede equipar los radiadores hidráulicos con válvulas termostáticas para ajustarles pieza por pieza, que permitirá reducir la factura entre un 5 y un 10%.

6. Apagar las luces

Apagar las luces es el consejo más sencillo de todos. La luz representa el 20% del gasto energético en los hogares, por lo tanto, apagar las luces cuando salimos de una estancia puede suponer un ahorro importante a nuestra factura. Otra recomendación es aprovechar al máximo la luz natural y la luminosidad que tenemos en casa, utilizando la luz natural puedes ahorrar hasta un 25% de tu factura.

7. Aislar puertas y ventanas

Para que el consumo energético sea lo más eficiente posible, también es importante controlar los escapes de aire que acostumbran a estar en puertas y ventanas. Una solución para aislarlas de manera económica es colocar ribetes, una banda de silicona u otros materiales, en los bordes de la estructura de la ventana, sellándola. Así se conseguirá evitar filtraciones de aire frío por cualquier rendija y se podrá conservar el calor del interior.