La Conselleria d'Interior está esperando como agua de mayo que se aprueben los nuevos presupuestos para poder convocar la nueva promoción de Mossos d'Esquadra. Es la primera en los últimos 5 años. Desde el 2011 no han entrado agentes nuevos al cuerpo. Al contrario, algunos se han jubilado, otros han fallecido o han cambiado de trabajo. Fuentes internas del cuerpo apuntan que la cifra real para hacer frente a las necesidades y a lo que se previó cuando se hizo el despliegue policial en toda Catalunya, es de 2.000 nuevos efectivos, para paliar las carencias actuales. Pero la nueva promoción convocará 400 agentes que sólo servirán para cubrir las bajas de los últimos años.

El cuerpo va perdiendo efectivos cada año. Actualmente hay 16.869 efectivos cuando había llegado a tener 17.160. Y las previsiones del despliegue que se marcó el año 2006 la Junta de Seguridad, era de 18.267 agentes.

Fuentes de Interior explican a El Nacional que a la hora de hacer la previsión para los nuevos mossos se hizo un informe económico que delimitó hasta dónde podían llegar. Admiten que los 400 nuevos agentes servirán para cubrir las bajas pero creen que es la "propuesta más sensata teniendo en cuenta los presupuestos" de la Generalitat. Admiten que la previsión de 400 efectivos no es la que realmente necesita en cuerpo, pero ponen en duda que se tenga que estirar hasta los 2.000 nuevos agentes.

Como la nueva promoción de 400 mossos depende de la aprobación de los presupuestos no hay fecha para que los nuevos agentes se puedan incorporar. La previsión es que las cuentas se puedan aprobar en julio, si finalmente hay acuerdo parlamentario. Hasta que no se aprueben los presupuestos no se podrá hacer la convocatoria. Y una vez realizada hace falta que los aspirantes entren en el Institut de Seguretat Pública y hagan la formación. Todo ello, según fuentes del cuerpo, hará que hasta mediados de 2018 los nuevos 400 mossos no pisen la calle. El departament admite a El Nacional, que hasta dentro de dos años, nada.

De hecho, el director general de la Policia, Albert Batlle, ya avanzaba en una entrevista a El Nacional, que la incorporación de los nuevos agentes no sería inmediata. "Tampoco nos tenemos que atacar de los nervios. Estamos en el mes de marzo, la previsión es que el presupuesto se pueda aprobar a finales del primer semestre y que entonces se pueda hacer la oferta pública de ocupación. Por lo tanto, difícilmente la incorporación será en un corto plazo. Vaya, imposible", decía Batlle hace dos meses.

Los nuevos presupuestos también darán luz verde al recuperado cargo de jefe de los mossos: el Major. El único Major que ha existido en los Mossos, Joan Unió, ocupó el cargo desde 1994 hasta 2007. Su salida coincidió con la llegada a la Conselleria de Interior de Joan Saura, pero Unió hacía tiempo que había anunciado que se marchaba. El sitio de Major no se ocupó, y el máximo mando de la policía catalana desde entonces es el comissari en cap. Este rango garantizaba al conseller poder cambiar el máximo responsable del cuerpo, cosa que con el cargo de Major no puede ser. Y es que según la ley de la Policia catalana, los agentes no se pueden degradar, no pueden bajar de rango.