"Es que no tengo espacio", has dicho alguna vez. "Es que tengo criaturas en casa", has oído decir. "Es que no sabría ni para dónde empezar", murmuran desde el fondo. Las excusas son muchas, pero planeta habitable desgraciadamente solo hay uno, y hace falta que lo cuidemos entre todos y todas. Si hasta ahora no tenías el reciclaje y la reutilización como dos prácticas indispensables en tu día a día, no te preocupes: hemos listado 10 consejos básicos para que te animes a dar el paso para mejorar el entorno que te rodea.

1. Lee las etiquetas de los envases

El etiquetado, aparte de contener información como la fecha de caducidad, en el caso de los alimentos, la manera más adecuada de utilizar el producto o de cocinarlo, o las advertencias de seguridad, en el caso de los productos de desinfección y limpieza, también nos indica qué materiales han sido utilizados en la fabricación del envase. A menudo, incluso nos dice en cuál de los diferentes contenedores que encontramos en la calle debemos verterlo.

En el 2017, la Agencia de Residuos de Catalunya (ARC) realizó un informe para analizar la viabilidad técnica, ambiental y económica de la implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para los envases de bebidas de un suelo uso en Catalunya.

El etiquetado nos indica qué materiales han sido utilizados en la fabricación del envase

2. Separa los residuos

Es importante que cada residuo que generamos sea separado para ponerlo a la fracción correspondiente. Los envases de plástico, con el plástico. El papel y el cartón, con el papel y el cartón. Lo mismo con las botellas de vidrio y con el rechazo: cada uno de ellos tiene que ir a su cubo correspondiente, o al separador pertinente dentro de un cubo de basura con diferentes compartimentos. Busca y encuentra un rincón en casa para que esta actividad se lleve a cabo sin alterar ninguna rutina doméstica.

Separar bien los residuos contribuye a la lucha contra el cambio climático. Elaborar nuevos productos con materiales derivados de los residuos genera menos emisiones de CO2 que utilizando materias vírgenes de la naturaleza, favoreciendo el fomento de la economía circular.

3. Limpia los envases antes de tirarlos

Los restos voluminosos de comer tienen que ir directas al cubo del rechazo antes no tiramos el envase que lo contiene; este gesto sencillo nos facilitará el posterior proceso de reciclaje. Tenemos que ser cuidadosos, sin embargo, con aquellos envases que contienen productos de desinfección y limpieza: vaciar el contenido para limpiarlos en la pica de cocina puede ser contraproducente, porque estaríamos vertiendo químicos y tóxicos al agua. En caso de duda, hay que repasar el consejo #1.

Hay que especificar, también, que en los casos del papel, el cartón y los envases ligeros, pueden ser tirados a su fracción correspondiente aunque estén un poco sucios.

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El papel, el cartón y los envases ligeros pueden ser tirados a su fracción correspondiente aunque estén un poco sucios.
4. Reduce el volumen de los envases

Uno de los principales handicaps que la gente encuentra a la hora de reciclar es la falta de espacio. Economizar el volumen de residuos, en este sentido, es primordial para no desistir en nuestra voluntad de poner nuestro grano de arena en un mundo más sostenible. Una tarea bien sencilla para que nuestros residuos no ocupen tanto espacio es chafar aquellos de más voluminosos, como las botellas y los bricks de plástico. También podemos meter las latas una dentro de otra.

En el caso de las botellas demasiado duras, si no salimos adelante a la hora de reducir las dimensiones, es recomendable tirarlas sin tapón, para facilitar el proceso de reciclaje. ¿Y qué hacemos, con el tapón? Pues al contenedor amarillo, claro está.

Reutilizar y reciclar no tienen que ser actividades privadas: hace falta que impliquemos a la gente de nuestro entorno, también los más pequeños de la casa

5. Identifica los residuos especiales

Las pilas y el aceite de cocina tienen contenedores específicos. También tienen los medicamentos, y es clave separarlos del resto de residuos y llevarlos hasta los puntos de reciclaje que encontrarás en tu farmacia de confianza. Los muebles también piden de un trato especial. Si quieres deshacerte de uno, puedes ponerte en contacto con tu servicio municipal, donde te informarán del procedimiento y la fecha más adecuada para coordinarte con el servicio de recogida de muebles. ¿Y electrodomésticos? Dentro de vídeo.

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son una tipología de remanentes muy susceptibles de ser preparados para la reutilización. A menudo, el consumidor sustituye sus AEE parcialmente dañados o en buenas condiciones, en lugar de hacer aquello más razonable: darlos una segunda vida y hacerlos útiles y valiosos durante mucho más tiempo o, si no hay más remedio, reciclarlos para recuperar los componentes y no tener que importarlos otros países.

Los últimos datos de recogida de RAEE en Catalunya indican que el año 2020 en Catalunya se recogieron 42.565,34 toneladas de RAEE, 5,47 kilos por habitante y año.

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos son una tipología de remanentes muy susceptibles de ser preparados para la reutilización

6. Recicla el aceite

Tirar el aceite de cocina por el fregadero no es nada recomendable: hace falta almacenarlo y llevarlo a un punto de recogida. Una buena manera de dar un segundo uso a los tarros de cristal a la vez que nos abastecemos de envases para almacenar, es verter el aceite cuando ya no podemos dar ningún uso más. Si tenemos aceite industrial y de moto y nos queremos deshacer, el procedimiento es lo mismo; sí que tendremos, sin embargo, que separar el aceite dependiendo de su procedencia.

Aquellos generados periódicamente en las actividades de mantenimiento —talleres de automóviles, puertos, mantenimiento de maquinaria agrícola— se denominan aceites industriales usados y son especialmente peligrosos.

Reciclar aceite de oliva
¿Qué hacemos con el aceite de cocina cuando ya no podemos darle más usos?
7. Vierte los residuos al contenedor adecuado

Muy a menudo, son las cosas más elementales las que hay que refrescar y recordar de vez en cuando: ¿envases, latas y bricks? Tíralos en el contenedor amarillo. ¿Papel y cartón? Directos en el contenedor azul. ¿Botellas de vidrio? Siente como se hacen trizas al caer al contenedor verde. ¿Residuos orgánicos? Al contenedor marrón, por supuesto. ¿Y del resto, qué hacemos? Pues al contenedor gris, claro. Localiza los contenedores más próximos a tu casa para hacerte más fácil el proceso.

Verter los residuos dentro del contenedor adecuado para facilitar su recogida y, de rebote, minimizar cualquier efecto contra la salud pública.

Las tres R son reducir, reutilizar y reciclar

8. Haz red con los tuyos familiares y conocidos

Reutilizar y reciclar no tienen que ser actividades privadas: hace falta que impliquemos a la gente de nuestro entorno, también a los más pequeños de la casa. En caso contrario, todo el procedimiento se acaba delegando en una única persona, cuando tendría que ser todo el núcleo de convivencia quien participe de todo el proceso. Generar conciencia es importante, y hacerlo más allá de los límites domésticos es más que recomendable: ¡anima a tus compañeros y compañeras de trabajo a sumarse al cambio!

Coincidiendo con la Semana Europea de la Prevención de Residuos, Criar.cat hizo una recopilación muy recomendable de libros infantiles para hablar de reciclaje con criaturas.

9. Lleva bolsas de casa cuando vayas a comprar

Hay que luchar contra la omnipresencia del plástico, y una buena manera es responder con uno "no, gracias" cada vez que, al pagar la compra semanal, nos ofrezcan una bolsa. Para transportar la compra del mercado a casa, es muy recomendable utilizar cestos de mimbre o bolsas de tela. De cara a repartir el peso y hacer que el transporte sea más sencillo, las mochilas también pueden ser una buena opción para meter los elementos más pesados, como las botellas.

Cifras: cada catalán consumió 158 bolsas de un solo uso, por término medio, durante el año 2018, mientras que en el 2020 el consumo fue de 49 bolsas por persona. Entre el 2007 y el 2020, el consumo de estas bolsas ha ido descendiendo hasta un 85%.

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Reducir, reutilizar y reciclar son los tres vectores indispensables para luchar contra la degradación del planeta.
10. Conoce e interioriza la regla de las tres R

¿Cuáles son, las tres R? Reducir, reutilizar y reciclar son los tres vectores indispensables para luchar contra la degradación del planeta. ¿De qué hablamos, cuando hablamos de reducir? De disminuir el volumen de productos que consumimos. ¿Y de reutilizar? Es dar un segundo uso a elementos ya utilizados —en el consejo #6 encontraremos un buen ejemplo. ¿Y reciclar? Es el proceso de transformar los productos utilizados en unos nuevos mediante diferentes tratamientos.

En el caso concreto de la reutilización, hay que visibilizar también la PxR (Preparación para la Reutilización), definida por la Comisión Europea como cualquier operación mediante la cual productos o componentes que no sean residuos se utilizan de nuevo con la misma finalidad por la cual fueron concebidos.

La Preparación para la Reutilización es cualquier operación mediante la cual productos que no sean residuos se utilizan de nuevo con la misma finalidad por la cual fueron concebidos

La Agencia de Residuos de Catalunya es uno de los socios de SUBTRACT, un proyecto europeo que se concentra en las fases de puesta en marcha y desarrollo de los centros de reutilización con el fin de conseguir que sean efectivos y duraderos.

En este sentido, la ARC presentó al principio de este año el Plan de Acción para la Competitividad de los Centros de Reutilización en Catalunya, incluyendo proyectas el objetivo de los cuales es convertir los talleres y tiendas de productos de segunda mano en negocios viables ambiental y económicamente que ofrezcan puestos de trabajos estables.