Las personas que sufren trastornos de la conducta alimentaria (TCA), tales como la anorexia o la bulimia, establecen una relación perjudicial entre la comida y el cuerpo que impacta de manera negativa en la salud física y mental. Si estos se extienden a lo largo del tiempo, se pueden cronificar en el enfermo. En estos casos se dispara el riesgo de morir por estas enfermedades, ya que uno de cada 10 afectados muere a consecuencia de estas graves enfermedades. Así lo ha alertado el profesor Celso Arango, académico de número de Psicología de la Real Academia Nacional de Medicina (RANME), en Europa Press.

"He visto morir pacientes en la UCI después de muchos años con un trastorno de conducta alimentaria de tipo restrictivo, con 22 o 23 kilos que son hueso y piel, y que siguen estando absolutamente convencidas de que les sobra peso de los glúteos, las piernas o los brazos", ha lamentado Arango, quien|quién ha remarcado que las personas que sufren TCA no perciben su cuerpo de forma objetiva porque sufren una distorsión cognitiva de imagen.

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra los TCA este sábado, varios especialistas aprovechan para hacer divulgación de este tipo de trastornos. La jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de la Princesa (Madrid), Mónica Marazuela, ha puesto énfasis que estos trastornos van más allá de la anorexia y la bulimia e incluyen condiciones con diferentes características que afectan tanto la relación con la comida como la percepción del propio cuerpo.

El perfil del paciente: mujeres y jóvenes

Marazuela, que también es académica de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de la RANME, ha señalado que las mujeres sufren entre el 85 y el 90% de los TCA, pero ha destacado que los casos entre los hombres se están incrementando. Además, Arango ha advertido que cada vez hay más casos de pacientes muy jóvenes, con edades comprendidas entre los seis y los 11 años. "Cuanto antes aparecen, mejor pronóstico tienen, pero si no se tratan a tiempo, en el caso de las niñas ni siquiera podrán tener su primera regla", ha aseverado.

Arango también ha apuntado que las personas que inician un TCA suelen caracterizarse por ser "perfeccionistas, meticulosas, obsesivas, autopunitivas, autoexigentes y rígidas" y que, en muchos casos, son víctimas de acoso escolar y comportamientos despectivos para tener un poco de sobrepeso. El experto ha añadido que otros casos se desencadenan porque la persona sufre algún virus o infección que le hace perder peso y al darse cuenta de que pueden seguir controlándolo a través de la ingesta, sigue adelgazando "hasta que se les va de las manos".

Prevención y tratamiento

Los expertos insisten en que mantener una buena relación con la comida es esencial para prevenir y tratar los TCA, así como aprender a aceptar el cuerpo propio y evitar comparaciones con los otros. En este sentido, Mónica Marazuela ha detallado que hace falta comer siendo consciente de los alimentos que se están ingiriendo, sin prisas ni culpas, siguiendo una dieta equilibrada y variada y, por lo tanto, evitando dietas muy restrictivas y escuchando siempre las necesidades del cuerpo.