El hospital italiano de la ciudad de Padua ha logrado hacer un trasplante de un corazón que había dejado de latir durante 20 minutos, la primera operación de estas características que se ha realizado en el mundo. Esta intervención se ha situado como el primer trasplante de la historia con un tiempo de reactivación tan largo del músculo cardiaco, según han informado a los médicos responsables de este hito, que abre las puertas a nuevas intervenciones de esta tipología. "Hemos sido los primeros en el mundo a demostrar que un corazón que ha detenido toda actividad eléctrica durante 20 minutos se puede utilizar para un trasplante de corazón", ha explicado Gino Gerosa, director de cirugía cardiaca en Padua.

Precisamente, esta operación ha sido excepcional por utilizar un corazón que ha sido 20 minutos sin latir. Hay que destacar que trasplantar este órgano de un donante con paro cardiaco es una técnica que se utiliza desde hace tiempo, pero que solo está autorizada cuando han pasado entre 3 y 5 minutos desde que se ha producido un electrocardiograma plano. La normativa italiana indica que para declarar una muerte cerebral es obligatorio esperar 20 minutos, un tiempo que, por lo tanto, no permite utilizar el corazón de un posible donante muerto por esta causa para hacer trasplantes. "Durante mucho tiempo se pensó que no se podía hacer, pero nosotros creímos y, una vez que tuvimos la autorización del Centro Nacional de Trasplantes, lo logramos al primer intento", ha apuntado a Gerosa.

La operación en Padua contó con la participación de una treintena de médicos, cirujanos cardiacos, anestesiólogos, técnicos de perfusión, enfermeras y trabajadores sociosanitarios, según recoge el medio Corriere della Sera. "Hacía unos meses que trabajábamos tanto en el ámbito experimental como en el clínico, desarrollando una técnica para poder gestionar al donante antes del paro cardiaco y después la reperfusión de este corazón", ha detallado el cirujano al diario citado. En esta línea, ha explicado que "después de perfundir el corazón durante unas dos horas, siempre dentro del dando cadáver, evaluamos su función de bomba. Fue muy satisfactorio, así que cogimos el órgano, lo transportamos a Padua y lo trasplantamos".

El donante y el paciente

El donante era un hombre que sufría de muerte cardiaca, con daño cerebral contextual e irreversible, que hacía inútil cualquier intento de reanimación. Según el especialista, "este resultado extraordinario podría conducir a un aumento del 30% del número de trasplantes en un periodo de tiempo relativamente corto". En concreto, la operación se realizó el pasado 11 de mayo a un hombre de 46 años con una cardiopatía, que ya había sido intervenido como paciente pediátrico, y hacía dos años que estaba en lista de espera para un trasplante. El paciente sigue en cuidados intensivos, pero la evolución es favorable, "el corazón funciona mucho y muy bien", aseguró el director de cirugía cardiaca en Padua.