La tercera ola de la Covid-19 sigue escalando sin tregua en España. Este jueves, el ministerio de Sanidad ha notificado 35.878 nuevos contagios, 16.676 de los cuales en las últimas 24 horas. Por primera vez desde noviembre, cuando se registró una segunda ola de contagios, la incidencia acumulada de casos vuelve a superar los 500 puntos. Concretamente, 522,74 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. "Seguirá manteniéndose alta la incidencia", ha pronosticado al doctor Fernando Simón, después del Comité de Gestión Técnica del coronavirus.

Con respecto a las defunciones, hoy se han registrado 201 más causadas por la Covid-19. De esta manera, ya son 774 las muertes en los últimos siete días, y la cifra oficial desde el inicio de la pandemia llega por primera vez a los 53.079. "Aunque tengamos un aumento de muertes, la letalidad de la enfermedad se mantiene alrededor el 1%, igual que en otros momentos de la pandemia", ha asegurado al epidemiólogo durante la rueda de prensa.

¿Cuáles son las autonomías con una peor situación de la Covid-19?

Simón ha alertado de que muchos datos se acercan al nivel de noviembre, y que desde principios de enero la tendencia ha empeorado en todas las comunidades autónomas. Según el último informe de Sanidad, sin embargo, no todas las autonomías presentan una situación igual de preocupante. Con respecto al número de casos registrados en las últimas 24, la Comunidad de Madrid lidera las cifras, con 4.633 contagios.

Sin embargo, Extremadura es la autonomía con la incidencia acumulada más alta, con una cifra elevadísima de 1167,36 contagios cada 100.000 habitantes. Aunque hay una gran diferencia entre comunidades, todas superan ahora mismo los 100 puntos de incidencia acumulada, muy por encima del objetivo del ministerio de situarse en 25 para considerar que la incidencia está controlada.

Con respecto a las defunciones, el País Valencià se sitúa en las peores cifras, con 218 muertes por Covid-19 en los últimos siete días. Muy por detrás se encuentra Extremadura, con un total de 67 defunciones la última semana.

La situación en los hospitales empeora más rápidamente que en la segunda ola

La transmisión de la Covid-19 aumentó a finales de año, con las fiestas de Navidad. Y eso nos llevará a una situación muy diferente de la segunda ola, con una saturación más rápida de los hospitales. "El hecho de que los contagios se concentraran en un periodo muy corto, pone las UCI en situación crítica más rápido que en la segunda ola. Están sufriendo y sufrirán las próximas semanas", ha pronosticado Fernando Simón.

Ahora mismo, hay 18.924 pacientes con Covid-19 ingresados en hospitales de todo el estado. Eso supone una ocupación del 15,14% de las camas de planta y un 28,46% a las Unidades de Cuidados Intensivos. Aunque los datos no son buenos por todo el estado, varias autonomías se acercan al 50% de la ocupación de las UCI. Concretamente, el País Valencià tiene un 47,54% de las camas de críticos ocupadas por pacientes Covid; y muy cerca se encuentran los hospitales de Catalunya, que ya se encuentran en una ocupación de casi el 42%.

¿Podrá la vacunación evitar un confinamiento domiciliario?

Las únicas que crecen positivamente son las de la vacunación contra la Covid-19. Después de un lento comienzo, en estos momentos ya se han vacunado 676.186 personas, lo que supone que se han administrado el 59,3% de las dosis que han llegado a las autonomías.

Ahora bien: ¿evitará la vacuna que la situación empeore y se tenga que decretar un nuevo confinamiento domiciliario? Según Fernando Simón, confía que empiece a hacer afecto en la letalidad, aunque no llega a tiempo de parar la tercera ola en que nos encontramos y, por otra parte, se mantiene firme defensor de no decretar el confinamiento total. "La necesidad que la gente no salga de casa ya no es tan necesario como que no se tengan contactos de riesgo, ha defendido. Aunque el epidemiólogo cree que no es necesario a estas alturas, admite que siempre está sobre la mesa la opción de confinarse y que algunas comunidades están muy cerca del límite para tener que decretarlo.