Existen enfermedades neurológicas, como la epilepsia o determinados trastornos del movimiento que, en algunas ocasiones, requieren cirugía, con todos los peligros que esto entraña. Gracias a un avance científico, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia han desarrollado una nueva forma no invasiva de eliminar las zonas del cerebro en las que originan estas patologías que podrían permitir a los médicos tratar enfermedades neurológicas debilitantes sin la necesidad de una cirugía cerebral convencional.

El equipo, que ha trabajado junto con expertos de la Universidad de Stanford, cree que esta nueva técnica podría revolucionar el tratamiento de algunas de las enfermedades neurológicas más desafiantes y complejas mediante ondas de ultrasonido enfocadas de baja intensidad combinadas con microburbujas para penetrar brevemente las defensas naturales del cerebro y permitir la administración dirigida de una neurotoxina. Esta neurotoxina mata las células cerebrales enfermas al tiempo que evita otras células sanas y preserva la arquitectura cerebral circundante.

“Esta nueva estrategia quirúrgica tiene el potencial de suplantar los procedimientos neuroquirúrgicos existentes utilizados para el tratamiento de trastornos neurológicos que no responden a la medicación”, asegura el investigador Kevin S. Lee, uno de los autores del estudio. “Y logra resultados sin siquiera tener que cortar el cuero cabelludo”.

Pancarta cerebro

El nuevo enfoque se llama PING y ya ha demostrado un gran potencial en estudios de laboratorio. Por ejemplo, una de las aplicaciones prometedoras de PING podría ser el tratamiento quirúrgico de las epilepsias que no responden a la medicación. Aproximadamente un tercio de los pacientes con epilepsia no responden a los medicamentos anticonvulsivos y la cirugía puede reducir o eliminar las convulsiones en algunos de ellos. Con el método PING se puede reducir o eliminar las convulsiones en dos modelos de investigación de la epilepsia. Los hallazgos plantean la posibilidad de tratar la epilepsia de una manera no invasiva y cuidadosamente dirigida sin la necesidad de una cirugía cerebral tradicional. Otra importante ventaja potencial del PING es que podría fomentar el tratamiento quirúrgico de los pacientes con epilepsia adecuados que se resisten a someterse a una cirugía convencional invasiva o ablativa.

Una ventaja clave de esta nueva técnica es su increíble precisión. PING aprovecha el poder de la resonancia magnética (MRI) para permitir que los científicos miren el interior del cráneo y guiar con precisión las ondas sonoras para abrir la barrera hematoencefálica natural del cuerpo exactamente donde sea necesario. Esta barrera está diseñada para mantener las células y moléculas dañinas fuera del cerebro, pero también previene la administración de tratamientos potencialmente beneficiosos. Además, se puede utilizar en objetivos de forma irregular en áreas que serían extremadamente difíciles o imposibles de alcanzar mediante una cirugía cerebral regular.