El tórax hundido es una deformación congénita que afecta 1 de cada 500-1000 nacimientos. Erróneamente se ha considerado durante años un problema estético porque los pacientes que sufren este trastorno evitaban situaciones que implicaran mostrar su tórax -como hacer deporte o ir a la playa- Pero lo cierto es que según explica el doctor Laureano Molins, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona, el pectus excavatum puede, en los casos más severos, implicar problemas de respiración, función pulmonar disminuida, anomalías cardíacas o dolor torácico y lumbar asociado a malformaciones óseas".

Una técnica revolucionaria llamada Taulinoplastia y desarrollada por la Corporación Sanitaria Parque Taulí (de ahí su nombre) de Cataluña y la compañía Ventura Medical Technologies, pone fin a algunos de estos problemas y, los más importante, reduce los riesgos de las intervenciones quirúrgicas que se practicaban hasta ahora. No sólo eso, sino que también conlleva menos tiempo de recuperación y unos resultados muy satisfactorios.

El doctor Laureano Molins, uno de los mayores expertos españoles en pectus excavatum, defiende el enorme avance que representa esta técnica española: “La Taulinoplastia supone una importante innovación tecnológica” y añade que “los propios pacientes que hemos tratado con Taulinoplastia destacan la poca presencia de dolor y la rápida incorporación a la vida cotidiana”.

En qué consiste la Taulinoplastia?

El procedimiento consiste en colocar un implante encima del esternón, a nivel subcutáneo, en la zona de más hundimiento del tórax. Y posteriormente, a través de un sistema de elevación, se levanta el esternón hasta la posición deseada y se fija con el implante.

Y dada su todavía reciente aparición, además de en el Hospital Universitari Sagrat Cor, la Taulinoplastia solo se aplica en el Hospital General de Catalunya y algunos otros centros españoles y en Francia, estando muy avanzada su internacionalización en otros países como Reino Unido, Italia, Portugal, México o Colombia.

Hacer vida normal en una semana

Según el doctor Laureano Molins, “su principal ventaja es que se trata de un proceso extratorácico, que se implanta bajo la piel (no bajo el esternón y las costillas), lo que reduce el riesgo de afectar a los órganos internos y que surjan complicaciones graves”. No menos importante, añade, es que “es una intervención poco dolorosa, lo que conlleva menor consumo de analgésicos. Además, la pérdida de sangre es muy baja, el período de recuperación es mucho más corto, la intervención en quirófano dura menos tiempo y requiere bajas estancias hospitalarias”.

La edad ideal para ser intervenido de pectus excavatum es la fase prepuberal (12-14 años) para evitar las posibles complicaciones derivadas de la propia enfermedad y los ya descritos problemas psicosociales. No obstante, la Taulinoplastia también puede indicarse en adultos. El paciente volverá a su vida cotidiana alrededor de una semana después de la intervención quirúrgica, aunque siempre dependerá de cada caso concreto.