Caminar a un ritmo rápido, cuando se combina con una alimentación saludable, es sumamente eficaz para perder peso. Y a eso se suman otros beneficios para la salud, desde reducir el riesgo de sufrir patologías enfermedades cardíacas hasta depresión. El secreto está en el ritmo: debe ser un poco acelerado, no un simple paseo sin más.

Eso no significa que tenga que acelerar el paso casi a la velocidad de un corredor, basta con que nos cueste un poquito hacerlo. Existe una fuerte relación entre la intensidad del ejercicio y las hormonas quemagrasas. Pero no solo eso. Cuando se camina a paso acelerado, se tiende a reducir la grasa abdominal profunda, uno de las principales causas del síndrome metabólico.

CaminarCaminar deprisa favorece la pérdida de peso

Además, frente a la carrera, el paseo tiene un beneficio y es que reduce el impacto. Al caminar, uno de tus pies siempre está en contacto con el suelo, pero durante la carrera hay una etapa de flotación en la que todo el cuerpo se eleva en el aire. Luego, al volver a bajar, se produce el impacto que puede tener consecuencias a largo plazo en las articulaciones.

Para asegurarse de que un ritmo es el adecuado, primero hay que caminar 30 minutos de forma rápida tres días a la semana. Se puede hacer todo de una vez o se puede dividir en rachas con intervalos de recuperación. Si se hiciera una escala de uno a diez, caminar a paso ligero sería un esfuerzo de alrededor de 6. En este caso, se quemarían hasta 340 calorías por hora. Cuando el esfuerzo sube a siete u ocho, se quema aproximadamente 564 calorías por hora. Los científicos han realizado diversos estudios al respecto.

Una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de California concluyó que, de media, las personas que no suelen hacer otro ejercicio y que caminan unos 5 kilómetros a la hora, queman unas 270 calorías a la hora.

Hay que procurar hacerlo en días no consecutivos, entrenando los días restantes de la semana con otro tipo de actividad física. Si puede ser, más muscular y con ejercicios de peso. De esta forma, se ayuda al cuerpo recuperarse más rápido.

GimnasioConviene que se vaya alternando el caminar y los ejercicios musculares

En cuanto a la técnica, la mirada no debe apuntar a los pies, es mejor concentrarse en un punto unos metros más adelante y mantener un paso largo y el cuello alineado con la columna. Se deben notar activados los abdominales, tirando del ombligo hacia la columna vertebral, lo que automáticamente permite una buena postura. También se deben apretar los glúteos para obtener el mayor empuje, para que se pueda ir más rápido y aguantar más. Asimismo hay que balancear los brazos con los codos doblados a 90 grados y las manos un poco cerrados, con los codos pegados al cuerpo.

Para ir aumentando en intensidad, se puede andar cuesta arriba, lo que hace que el entrenamiento sea más desafiante. También buscar terrenos irregulares. En el caso de que no siempre se pueda salir fuera, existe la opción de hacerlo en una cinta de correr. No es tan efectivo, pero es una buena de mantenerse en forma.