El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona ha puesto en marcha un programa pionero que consiste en el uso de un chaleco desfibrilador portátil para pacientes que presentan riesgo de muerte súbita. De esta forma, se convierte en el primer hospital de Catalunya en hacer uso de este innovador aparato.

El chaleco se coloca directamente como una prenda de ropa interior sobre la piel del paciente y se conecta a un monitor que dispone de una batería con mucha potencia. El dispositivo funciona de tal forma que monitoriza la frecuencia cardiaca del paciente de forma continua y, en el caso de que se produzca alguna arritmia peligrosa o un accidente cardiovascular, el aparato se activa y administra un tratamiento de choque para restablecer el ritmo cardiaco del afectado sin la intervención de una tercera persona.

Alternativa a un implante quirúrgico

El Hospital de Sant Pau ha recogido datos de esta nueva tecnología que indican que un 40% de los pacientes a nivel europeo que lo han utilizado evolucionaron favorablemente y que, en estos casos, no se requirió la intervención quirúrgica para implantar un dispositivo automático después de recibir el tratamiento farmacológico ajustado a cada caso.

Hasta el momento, indica el centro médico, no existía ninguna solución en el Estado español que permitiera dar de alta a los pacientes que todavía no han superado la fase subaguda después de una arritmia maligna. Esta fase se produce cuando el usuario empieza a evolucionar, pero no acaba de remitir la sintomatología y tampoco desaparece el riesgo de muerte repentina.

La actual práctica asistencial establece que, después de que un paciente haya sufrido una arritmia que puede causar la muerte no es dado de alta a la espera de su evolución hasta que se decide si hace falta —o no— implementar quirúrgicamente un dispositivo para evitar futuros accidentes.

Con el chaleco desfibrilador, el Hospital de Sant Pau prevé que se pueda dar de alta de forma precoz, de manera que se puede evitar que los pacientes permanezcan una larga época ingresados en el hospital siguiendo un tratamiento para aminorar o evitar el riesgo de sufrir un paro cardiaco repentino.

También señala el Hospital de Sant Pau que "varias sociedades de cardiología" coinciden en el hecho de que los tratamientos y terapias que se aplican en el contexto de una fase subaguda después de un infarto de miocardio "no brindan suficiente protección". En esta línea, apuntan que "reintegrar al paciente en su entorno domiciliario y laboral cuanto antes mejor resulta el más aconsejable" y consideran que esta nueva tecnología lo permite.

 

Imagen principal: Un paciente, probando el chaleco desfibrilador portátil. Hospital de Sant Pau.