El secretario general de Salut, Marc Ramentol, ha hecho un aviso para navegantes: "Mañana se incopora el sistema privado". Eso quiere decir que si los datos de ingresos hospitalarios mañana aumentan de golpe, se debe a este cambio interpretativo donde también los centros privados se pasarán a contar como ya pasó en la primera ola iniciada el pasado mes de marzo.

Ramentol lo ha explicado en cifras: A día de hoy, tendríamos 541 personas ingresadas en camas de críticos, un 57% del total de pacientes ingresados en la red del sistema catalán, y eso sigue suponiendo un 87% de toda la red de críticos". Los datos aumentan considerablemente. Se integran de manera temporal, pero lo ven necesario para acabar de combatir este rebrote. Catalunya ha superado el pico de contagios de la segunda ola, pero Salut alerta de que la situación todavía es compleja.

Uno de los argumentos para la integración de la privada es que la realidad en los hospitales todavía es cruda: "No estamos en una lógica de desescalada inmediata, si bien hemos pasado el pico de contagios, no estamos notando disminución en la presión asistencial de forma significativa". Aunque las primeras medidas decretadas hace unas semanas ya hacen su efecto, hay que esperar el sumatorio de todas ellas, incluido el confinamiento municipal de los fines de semana.

La media, en 40 años

Otro dato que Ramentol ha querido destacar es la media de edad de los positivos. Sigue bajando, una buena noticia, pero también demuestra como esta pandemia no hace excepciones con nadie.

En estos momentos, en Catalunya la media se sitúa en los 39,63 años: "Una persona contagia a menos de una persona, pero el porcentaje de pruebas positivas va bajando y concuerda con el número de contagios. Los datos nos dicen que esta enfermedad afecta a toda la población".

La polémica en las escuelas

Sobre la iniciativa de que los propios alumnos a partir de ESO se hagan las pruebas PCR, Ramentol insiste en la medida: "La muestra nasal la realizará el propio alumno o tutor. Es un procedimiento validado en diferentes espacios, educativos pero también residenciales, y requiere de una pequeña supervisión orientada a asegurar que el proceso se realiza de manera secuencial".

Docentes y sindicatos se oponen, pero desde el Departament de Salut aseguran que la presión asistencial obliga a introducir esta nueva forma de procedimiento.