Los expertos piden vigilar mucho las conductas, especialmente entre niños y adolescentes, ante las consecuencias del confinamiento y sus restricciones. Uno de los peligros más básicos es que puedan pasar más horas delante de las pantallas. Y eso, según la psicológica clínica de Atlhaia, Dominica Díez, hace prever que, en un futuro, haya más casos de adicción. De hecho, en los pacientes con patologías más complicadas ya se está notando un agravamiento.

Cómo evitarlo

Díez recomienda que las familias establezcan unas pautas y regulen el tiempo que los niños y adolescentes pasan delante de las pantallas. En el caso de los niños, además, no recomienda el uso hasta los 3 años. Problemas psicológicos, visuales, obesidad, alteración del sueño y afectación del rendimiento escolar. Estas son algunas de las consecuencias de la adición en las pantallas.

En los casos más graves, incluso, es necesario el ingreso en un hospital y pasar por un proceso de desintoxicación muy parecida al de las drogas. "El problema es que el niño deja de hacer cosas que son fundamentales para su desarrollo. Con el exceso de pantallas, deja de jugar y se acostumbra a vivir con un alto nivel de excitación cerebral que hace que las otras actividades le resulten aburridas. De hecho, el aburrimiento genera creatividad".

No son canguros digitales

Con el teletrabajo, el confinamiento o las restricciones de movilidad por culpa de la covid-19, hay más padres que utilizan los dispositivos como "canguros digitales" y, eso, a la larga, puede pasar factura. De hecho, los expertos aseguran que, en los casos más complicados, la situación ya se ha agravado y hay adolescentes que se pasan 16 horas al día delante de las pantallas.

Para evitarlo, Díez subraya la importancia de la prevención. En este sentido, no recomienda el uso de las pantallas antes de los 3 años, subraya la importancia de hacer comidas sin dispositivos, y de no utilizarles nunca una hora antes de ir a dormir.

Con respecto a los adolescentes, Díez explica que el confinamiento los afecta especialmente porque ellos están sufriendo "un doble confinamiento". "Los adolescentes, en general se confinan voluntariamente a su habitación, es un espacio suyo privado, por lo tanto, ya estaban confinados antes del confinamiento. ¿Qué hacen? Viven su adolescencia conectados permanentemente dentro de las habitaciones".