El reloj biológico de las personas, también llamado ciclo circadiano, sincroniza todos los procesos corporales con los ritmos naturales de la luz y oscuridad. Por eso es tan importante respetarlo y procurar seguir un horario de acuerdo a él en nuestras rutinas.

Son muchos los estudios que han demostrado que cuando los ritmos circadianos se alteran debido a la falta de sueño, el desfase horario o el trabajo por turnos, hay una mayor incidencia de algunos tipos de cáncer, incluido el de próstata, uno de los más prevalentes en la población masculina. Un equipo de expertos del Sidney Kimmel Cancer-Jefferson Health comenzaron una investigación acerca de esta relación y encontraron que un gen llamado CRY-1 que tiene que ver con el ciclo circadiano, tiene que ver con la progresión de este tipo de cáncer.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature y los científicos concluyen que el factor circadiano CRY-1 aumenta en los cánceres de próstata en etapa tardía y está fuertemente asociado con una peor evolución de la enfermedad. Aún queda mucho por seguir investigando, pero probar esta relación tiene una gran importancia para la ciencia.  

Una terapia común para el cáncer de próstata implica suprimir el andrógeno de la hormona masculina y el receptor de andrógenos, ya que los tumores de próstata requieren andrógenos para desarrollarse y progresar. Estos expertos descubrieron que el CRY-1 es inducido por el receptor de andrógenos en el tejido tumoral de próstata obtenido de pacientes, lo que explica en parte los altos niveles de CRY-1 observados en enfermedades humanas.

HombreEl cáncer de próstata es uno de los que más afecta a los hombres

“Esto es una clara indicación del vínculo de CRY-1 con el cáncer de próstata”, aseguran los expertos. “A medida que profundizamos en el papel de CRY1, encontramos que el factor circadiano estaba alterando la forma en que las células cancerosas reparan el ADN”.

Los tratamientos contra el cáncer tienen como objetivo dañar el ADN de las células cancerosas y provocar defectos en los mecanismos de reparación. Los investigadores probaron el posible papel de CRY-1 en la reparación del ADN en pacientes con cáncer de próstata y descubrieron que regula directamente el proceso y altera los medios por los cuales las células cancerosas responden al daño del ADN.

En conclusión, este gen puede ofrecer un efecto protector contra las terapias dañinas. “El hecho de que CRY-1 esté elevado en el cáncer de próstata en etapa tardía puede explicar por qué los tratamientos dirigidos a los andrógenos se vuelven ineficaces en esas etapas posteriores”, afirman los investigadores. “También quiere decir que si un tumor tiene altos niveles de CRY-1, los tratamientos dirigidos a la reparación del ADN pueden ser menos efectivos para ellos”.

Cáncer próstataImagen de un cáncer de próstata

De cara al futuro, el equipo planea explorar la mejor manera de atacar y bloquear CRY-1 y qué otras terapias existentes pueden funcionar para dificultar la reparación del ADN de las células del cáncer de próstata. También quieren estudiar más genes del ritmo circadiano y determinar cómo la alteración circadiana puede afectar el tratamiento del cáncer. Se ha demostrado que las alteraciones circadianas pueden afectar la eficacia del tratamiento, pero también se sabe que alinear el tratamiento con los ritmos naturales del cuerpo o administrar la terapia en determinados momentos del día puede ser beneficioso.