La Gendarmería francesa ha desalojado un almacén en Lieuron, en el sur de Rennes (Bretaña), donde se estaba organizando una 'rave' ilegal con alrededor de 2.500 personas. El protocolo de actuación de los cuerpos policiales ha sido similar al de los Mossos d'Esquadra a la 'rave' de Llinars del Vallès (Vallès Oriental), y han evitado hacer cualquier carga de los antidisturbios, primando la mediación.

La fiesta ilegal, que empezó el pasado jueves para celebrar Fin de Año, no ha finalizado hasta esta mañana según explica la agencia France Presse.

Tal y como han hecho los Mossos d'Esquadra en Llinars del Vallès, en un principio, la Gendarmería acordonó el área y se posicionó en los ejes de acceso a la nave con el fin de realizar un control sistemático de todos aquellos que querían abandonar el perímetro.

Finalmente, esta mañana han empezado a desalojar el establecimiento. Sin embargo, los efectivos han tenido que contener "una hostilidad feroz por parte de muchos fiesteros", según un comunicado de las autoridades locales.

A partir de las 5:30, hora local, los asistentes han empezado a abandonar la nave y a las 10:15 horas el espacio estaba bajo control policial. Las autoridades han enviado, además, socorristas a la fiesta para distribuir gel y mascarillas y así intentar disminuir el riesgo de propagación del virus.

La actuación policial

La agencia France Presse ha explicado en un hilo de Twitter los hechos: "La fiesta 'rave' salvaje que se había celebrado en Lieuron, en sur de Rennes, desde la noche del jueves con alrededor de 2.500 personas de Francia y del extranjero para celebrar el Año Nuevo, ha acabado esta mañana. Se han realizado más de 1.200 verbalizaciones y se ha confiscado el material".

El hilo sigue diciendo que "la noche de viernes a sábado se silenció la música techno que sonaba en dos hangares. A partir de las 5.30 de la mañana, los asistentes empezaron a salir de este lugar y en las 10.15 de la mañana el lugar estaba bajo el control de la policía, ha explicado la prefectura d'Ille-et-Vilaine".

"La policía, posicionada desde la noche del jueves en los ejes de acceso al lugar, realiza el control sistemático de todos aquellos que abandonan el perímetro", ha añadido.

Una actuación "sin violencia"

Por otra parte, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, ha reivindicado en un tuit que el operativo se ha llevado a cabo sin violencia. "Las fuerzas de seguridad interna, que eran numerosas esta noche a petición mía, y con los controles intensivos puestos en marcha, han parado la fiesta 'rave' ilegal en Lieuron sin violencia. Continuamos los controles y la identificación de cada participante cuando abandona el lugar", ha apuntado, defendiendo así el protocolo de actuación de la Gendarmería con el fin de no poner en peligro a los participantes y evitar una estampida.

Ante la polémica de la rapidez o no de la intervención, el portavoz del Ministerio de Interior, Camille Chaize, ha explicado en el canal TF1-LCI que "ante 2000 personas, algunas de las cuales pueden ser muy violentas, las cosas se tienen que organizar bien".

Chaize ha declarado que también se debe tener en cuenta el contexto sanitario. Muchos de los asistentes no respetaban la distancia de seguridad ni llevaban mascarilla. Según el portavoz de Interior "necesitamos una doble operación, el orden público, pero también la seguridad sanitaria". "Se necesita tiempo para implementarlo para que el nivel de violencia sea lo más abajo posible", ha añadido.

 

Imagen principal, Gendarmes / Wikimedia Commons Thomon