Cuando vamos cumpliendo años, nuestro cerebro experimenta una serie de transformaciones que lo convierten en el órgano del cuerpo que más cambia en el ser humano. Desde el momento en que comienza a desarrollarse en la tercera semana de gestación hasta la vejez, sus estructuras y funciones complejas sufren variaciones, así como las redes y vías que interconexionan las neuronas.

La evolución del cerebro

Durante los primeros años de vida, el cerebro de un niño forma más de un millón de nuevas conexiones neuronales por segundo. El tamaño del cerebro aumenta cuatro veces en el período preescolar y para los 6 años, alcanza alrededor del 90 por ciento.

Cerebro

Los lóbulos frontales, el área del cerebro responsable de las funciones ejecutivas, como la planificación, la memoria de trabajo y el control de los impulsos, se encuentran entre las últimas áreas del cerebro en madurar, y es posible que no se desarrollen completamente hasta los 35 años de edad. Pero a partir de ese momento se produce un envejecimiento del cerebro, lo que nos provoca una serie de inconvenientes como por ejemplo, los fallos de memoria. Es importante saber que esto no tiene que ver con el Alzheimer u otras demencias, que no son parte del proceso normal de envejecimiento.

También hay que tener en cuenta que el envejecimiento cerebral es inevitable pero no uniforme; afecta a cada cerebro de manera diferente. Pero sí que hay otros rasgos comunes: aunque no se produce una desorientación, es bastante habitual tener dificultad para situar el día en el que se está o la época del año. Se genera también una menor capacidad para seguir una conversación, porque cuesta hilar las palabras y encontrar la que más se adecúe a la conversación. Además, se produce un mayor olvido de dónde se dejan las cosas.

Qué afecta a su envejecimiento

En cuanto a los factores que aceleran el envejecimiento cerebral, es importante señalar algunos como la obesidad en la mediana edad, que puede acelerar el envejecimiento cerebral en alrededor de 10 años. El alto consumo de azúcar está correlacionado con una edad cerebral acelerada, con un volumen cerebral general más pequeño, una memoria episódica más pobre y un hipocampo encogido. En cambio, hacer ejercicio regularmente puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y de memoria.

Confusa

Qué lo previene

Los consejos que dan los expertos para mantener el cerebro joven es participar en una actividad física regular y además realizar actividades intelectualmente estimulantes para mantenerse socialmente activo. Está científicamente probado que una combinación de ejercicio aeróbico y de resistencia de intensidad moderada durante al menos 45 minutos cada sesión, y en la mayor cantidad de días de la semana posible, aumenta el poder cerebral en personas de 50 años o más de manera significativa. Por último, un componente clave del antienvejecimiento es seguir una dieta rica en ácidos omega 3.