El Instituto Español de Investigación Enfermera y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) del Ministerio de Defensa han publicado uno de los documentos más completos y detallados sobre la transmisión del SARS-CoV-2 por aerosoles, así como las vías para prevenir la enfermedad que ha causado más de dos millones de muertes en todo el mundo.

El documento lleva por nombre “La transmisión del SARS-CoV-2 en aerosol y mecanismos de protección”, y en él se realiza una extensa revisión documental, que incluye estudios nacionales e internacionales sobre el comportamiento aéreo del virus y las posibilidades de transmisión del mismo. Tras meses de recopilación de información, se concluye que “queda demostrado que el SARS-CoV-2 se transmite mediante aerosoles que contienen virus viables generados por la persona infectada, especialmente en espacios cerrados y mal ventilados”.

Micropartículas aerosolEl estudio más completo hasta la fecha refrenda el hecho de la peligrosidad de los aerosoles infectados en interiores

Asimismo, se subraya que la evidencia científica reconfirma la importancia de continuar aplicando en nuestro día a día cuatro aspectos fundamentales para la prevención del Covid-19. Distanciamiento físico de al menos 1,5 metros, protección respiratoria con el uso de mascarillas, higiene de manos y desinfección de superficies y ventilación son los puntos a seguir para cortar la expansión del coronavirus.

Este último es esencial, ya que el estudio alerta de que las partículas finas y ultrafinas pueden permanecer en suspensión durante horas en ambientes cerrados y poco ventilados. “Cada vez es mayor la evidencia referente a la transmisión del virus como aerosol submicrométrico; especialmente, se está analizado su capacidad infectiva en espacios interiores donde el virus sí se ha podido mantener viable y suspendido, dispersándose en función de las corrientes de aire y el ambiente del entorno”, tal y como apuntan diferentes investigaciones como la de la Universidad de Florida, que realizó un ensayo piloto en el aire y presentó “evidencias de la presencia del virus como aerosol al haber sido localizado a 3 metros de distancia de la zona más próxima de tránsito de pacientes.

Para los investigadores, resulta esencial apostar por medidas que minimicen la transmisión de los contagios en los interiores. Así, hacen hincapié en la importancia de aumentar la ventilación o reducir la ocupación de los espacios cerrados; mantener el sistema de ventilación en condiciones óptimas; aumentar la ventilación natural; integrar sistemas de filtración HEPA; mantener los sistemas operando de manera continua durante la ocupación, y dotarse de sistemas de filtración y purificación portátiles en aquellos sitios donde no existen instalaciones de ventilación.

Ventana abiertaVentilar los espacio cerrados es fundamental para alejar las posibilidades de contagiarse

También recalcan que, “en lugares cerrados y mal ventilados, la distancia de 2 metros puede ser insuficiente y habría que adoptar otras medidas para reducir el riesgo”.