Nueva cepa de coronavirus detectada en el Reino Unido que ha comportado un confinamiento duro, principalmente en Londres y al sur y este del país. La intención es frenar la extensión de esta nueva cepa detectada, que es mucho más contagiosa. Según recoge el diario británico The Guardian, es posible que estas restricciones sean vigentes durante varios meses, hasta que se hayan implementado las vacunas en todo el Reino Unido.

¿Qué se sabe de esta nueva cepa?

Las mutaciones son un hecho habitual. De hecho, esta no es la primera mutación que ha experimentado el coronavirus. Por culpa de las mutaciones no es extraño, pues, que haya salido esta nueva variante. De hecho, el doctor Muge Cevik, miembro del grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes (Nervtag) ha explicado que se han visto más de 4.000 mutaciones de SARS-CoV-2, pero mucho pocas mutaciones han llegado a ser significativas.

De hecho, esta nueva cepa es un 70% más contagiosa y ha aumentado en un 0,4 la ratio de transmisibilidad. Sin embargo, no parece que pueda aumentar el riesgo de enfermedad grave o tasa de mortalidad.

En un texto publicado justamente por Nervtag y recogido por el diario británico, los expertos aseguraban que tenían una "confianza moderada" en el hecho de que la variante demostraba un aumento de la transmisibilidad en comparación con otras variantes. Ahora bien, también han admitido que los datos son preliminares y se basan en modelos. "Aunque los resultados dependen de la calidad y la cantidad de datos que les proporciones, esta parece una variante potencialmente más transmisible", detallaba Cevik. A pesar de todo, no se puede establecer todavía una relación causal.

Los datos acumulados hasta ahora son consistentes con el hecho de que la variante es más infecciosa o capaz de propagarse de manera más rápida, pero no hay confirmación de laboratorio ni se sabe por qué se está propagando tan rápidamente, explicaba el profesor de virología del King's College de Londres, Stuart Neil. La variante se ha asociado entre el 10% y el 15% de los casos. Pero lo que ha hecho saltar las alarmas es que la semana pasada fue el 60% de los casos detectados.

¿Qué no se sabe de la nueva cepa?

Lo que más preocupa a los científicos son los cambios en la proteína, hecho que hace posible que el virus se infiltre en las células de los pulmones, garganta y cavidad nasal al interactuar con el receptor ACE-2, explicaba Neil al diario británico. La mutación en la proteína puede mejorar la capacidad del virus para interactuar con el ACE-2, hecho que le da una ventaja de crecimiento. Por otra parte, la proteína es la parte del virus contra la que están diseñadas las vacunas.

Otro hecho que preocupa es que no está claro cuántos factores han estado impulsando la transmisión en las últimas semanas, según Cevik. Es probable que la variante haya influido en la transmisibilidad, pero también han observado transmisión en áreas con más restricciones.

Tampoco se sabe si los síntomas pueden ser más graves o no, así como tampoco si podría afectar a las vacunas. Ahora bien, las vacunas han sido diseñadas teniendo en cuenta que es inevitable que haya mutaciones. De esta manera, la comunidad científica cree que es muy improbable que no funcionen con esta nueva variante. Las tres vacunas líderes desarrollan una respuesta inmune contra el virus. Es decir, tal como menciona la BBC, las vacunas entran en el sistema inmunitario para detectar diferentes partes del virus, por lo que, aunque haya mutado, las vacunas tendrían que ser validas.