La menopausia es un momento que todas las mujeres viviremos y no es más que otra etapa de nuestra vida con sus cambios y síntomas propios. Pero, ¿cuáles son exactamente estos síntomas y por qué cada perfil de síntomas es diferente?
¿Podemos generalizar y saber por lo que está pasando nuestro cuerpo o cada cuerpo es un mundo? Para obtener respuestas y saber más, hemos hablado con el ginecólogo especialista en menopausia del servicio de ginecología del Hospital Quirónsalud Barcelona, Joaquim Calaf.

Los estrógenos: la hormona clave
Los estrógenos no son más que un tipo de hormonas sexuales femeninas claves para la salud reproductiva, el desarrollo sexual y otros procesos del cuerpo. Juegan un papel fundamental en la salud ósea, cardiovascular y cognitiva.
Existe la falsa creencia que, después de la menopausia, los estrógenos desaparecen completamente del cuerpo de las mujeres. Como nos indica el experto, esto no es cierto, ya que persiste una capacidad para seguir produciendo estrógenos.
Los estrógenos juegan un papel fundamental en la salud ósea, cardiovascular y cognitiva
Aunque ya no haya folículos, las estructuras que contienen los óvulos, el ovario conserva unas células que producen sustancias precursoras y que sirven de base para fabricar estrógenos. La cantidad de estas células en cada mujer es diferente.
Cada mujer es diferente
Hay casos en los que son especialmente abundantes, como por ejemplo en mujeres que, durante su etapa fértil, tuvieron ovarios poliquísticos. En situación opuesta están aquellas mujeres a las que, por distintas razones, se les han extirpado los ovarios y apenas producen estas sustancias en otras partes del cuerpo, explica el doctor Calaf.
Estas sustancias pueden transformarse en estrógenos gracias a unas proteínas especiales llamadas enzimas, que se encuentran en tejidos abundantes como la grasa, la piel o el sistema nervioso.
Cada mujer es un mundo y sus características antropométricas, como el peso o la cantidad de grasa corporal, influyen en la capacidad de producir estos estrógenos. El doctor pone de ejemplo la obesidad, que se considera una situación con niveles elevados de estrógenos durante la menopausia y, por eso, hay un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer que dependen de hormonas.

Los estrógenos llegan a los órganos donde actúan junto a unas proteínas transportadoras en cantidad variable dependiendo del peso o el nivel de andrógenos (hormonas masculinas).
Gran variedad en la sintomatología
En este contexto, el doctor explica que hay tóxicos que pueden bloquear esta capacidad de generar estrógenos, como el tabaco. Un factor importante es que, 'aunque los síntomas se asocian a niveles bajos de estrógenos, no se ha podido demostrar que la cantidad de síntomas de la menopausia tenga relación directa con el nivel de estrógenos en un momento determinado', apunta el Dr. Calaf.
Por lo tanto, la variabilidad en la sintomatología que presenta cada mujer en cada momento de la postmenopausia se relaciona con las características de sus ovarios, su capacidad en convertir las moléculas precursoras en estrógeno en otras partes del cuerpo y de la sensibilidad particular que tiene su organismo ante los cambios hormonales. En conclusión, cada mujer y su cuerpo son diferentes y, por consiguiente, tienen su propia menopausia.