Salut ha presentado los resultados del seguimiento de los casos de covid detectados entre los asistentes en los festivales Vida, Cruïlla y Canet Rock. Cuando se autorizó la celebración de estos acontecimientos ya se calculaba que habría un cierto número de contagios entre los asistentes, pero la estimación inicial se ha visto superada por la realidad. Ha habido al menos 842 contagios más de los esperados entre los asistentes durante los 14 días posteriores a los festivales. Salut esperaba que hubiese 1.437 infectados, pero han sido 2.279, casi el doble.

La secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas, ha asegurado que los festivales han jugado "un papel" en la expansión del virus durante la quinta ola, pero no los ha considerado supertransmisores. Cabezas ha recordado que durante las mismas fechas se celebraron un gran número de fiestas de final de curso y otros acontecimientos ligados a la relajación de las restricciones que también contribuyeron a alimentar el fuego de la ola actual.

Los festivales fueron polémicos por su peligrosidad desde el momento en que se anunció su celebración y las críticas se dispararon después de que llegaran las primeras imágenes de personas sin mascarilla ni distancia social. Desde hacía tiempo, el conseller de Salut Josep Maria Argimon había reconocido que habían sido "un error", pero no solo por los datos de contagios que estos pudieran tener, los cuales no estaban disponibles en aquel momento, sino porque ayudaron a enviar un "mensaje contradictorio" hacia la ciudadanía.

Teoría y práctica

Cabezas ha recordado que el dispositivo de control de los festivales se desarrolló teniendo como base las experiencias en la sala Apolo y el Palau Sant Jordi. En aquellos casos se pudo hacer el seguimiento exhaustivo de un número relativamente reducido de personas en unos espacios fácilmente controlables. En otras palabras, fueron experimentos en condiciones idóneas, pero las lecciones que se aprendieron no eran fácilmente aplicables a "la realidad".

La secretaría de Salut Pública ha lamentado la diferencia que ha habido entre la teoría y la práctica en el desarrollo de protocolos contra la covid en este tipo de acontecimientos, una diferencia que se ha plasmado en un buen número de contagios extras.

Después de horas de música en vivo muchas personas prescindían de la mascarilla, reducían la distancia interpersonal e ignoraban otras medidas sanitarias, reacciones graves, pero incluso esperables teniendo en cuenta el contexto. Lo que choca más es el hecho de que un número reducido de personas contagiadas anteriormente fueron a los festivales ignorando las cuarentenas recomendadas. "Hemos observado que un grupo reducido de personas asistieron a los festivales de música siendo positivos. Eso nos lleva a remarcar la importancia del cumplimiento de las cuarentenas", ha recalcado Cabezas. Esta situación se dio justamente porque las pruebas TAR, utilizadas para los cribajes, no son extremadamente fiables y ha alertado sobre confiar en la "falsa seguridad" que estas generan.

La situación registrada en los festivales ha llevado a la secretaria de Salut Pública a asegurar que "hace falta extremar las medidas de protección en los acontecimientos públicos y respetar aforos y distancias". 

 

Imagen principal: Un grupo de asistentes en el Festival Cruïlla/ ACN