La velocidad con que se propaga la variante ómicron ha sido uno de los principales detonantes de la nueva ola de la covid que asola Europa, pero también puede ser el punto de inflexión en esta pandemia. Según el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, el predominio de la variante ómicron en el continente europeo puede apuntar al final de la pandemia en el mismo. "Es plausible que la región se esté acercando al final de la pandemia", ha declarado ante los medios.

Kluge, sin embargo, ha sido prudente y ya añadido que la versatilidad del virus hace que su afirmación pueda quedar en papel mojado. "Una vez descienda la ola de ómicron, habrá durante bastantes semanas y meses una inmunidad global, sea gracias a la vacuna o porque la gente será inmune a causa de la infección y también de la disminución de la estacionalidad", ha expuesto.

Esta gran tasa de inmunizados puede ser la mejor oportunidad de los europeos por gripalizar la covid. A pesar de que, el director de la OMS en Europa ha considerado que todavía está temprano para tratar en el coronavirus como una enfermedad endémica y ha subrayado la importancia de proteger a los grupos vulnerables y al personal sanitario.

50% de la población infectada

Las nuevas afirmaciones de Kluge se mantienen en la línea de las que ya hizo hace dos semanas, cuando advirtió que el 50% de la población europea se contagiaría con la variante ómicron en un periodo de entre seis y ocho semanas.

En aquella ocasión el directivo de la OMS no se centró en cómo esta explosión de contagios por ómicron podía empujar al continente fuera de la pandemia, sino que puso el foco en los problemas hospitalarios. Si bien una inmunidad masiva facilitar volver a la normalidad prepandemia, también hace falta tener en cuenta que el gran número de contagiados tiene un impacto muy duro en los sistemas sanitarios europeos. Por eso, Kluge recordó que las personas no vacunadas tienen hasta 6 veces más posibilidades de tener que ser ingresadas.

Revueltas contra las medidas

Desde el inicio de la pandemia los diversos gobiernos europeos han tenido que tomar medidas para contener la enfermedad. Confinamientos, restricciones horarias, certificados de vacunación, son algunas de las restricciones más comunes por todo el continente. Aunque son medidas compartidas, hay ciudadanos que muestran mayor rechazo.

Francia u Holanda han sido algunos de los países que han tenido que enfrentar duras protestas violentas a la calle. El último país europeo que ha lidiado con este problema ha sido Bélgica, donde el pasado domingo los manifestantes contra las restricciones sanitarios convirtieron la capital en una batalla campal.