El Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar de Barcelona ha empezado a ofrecer el uso de unos gorros hipotérmicos para evitar la caída del pelo permanente en pacientes oncológicos que reciben tratamiento de quimioterapia. Se trata de unos gorros de silicona que se mantienen a muy baja temperatura con el objetivo de evitar que el medicamento quimioterápico llegue a la raíz del pelo y le afecte de forma permanente. Esta iniciativa se empieza a utilizar como medida preventiva en pacientes con cáncer de mama que reciben un tipo y dosis de quimioterapia que puede causarla. Este sistema solo se usará en estos casos y no para prevenir la alopecia temporal. El hospital barcelonés es el primer centro público catalán y uno de los primeros del Estado que ofrece de manera sistemática estos gorros para reducir el riesgo de alopecia permanente.

El uso de la gorra

Antes de su uso, los gorros se mantienen durante cuatro horas en unas neveras especiales a menos 20 grados centígrados. El paciente se tiene que poner el gorro durante los 45 minutos previos a recibir el tratamiento, mantenerlo mientras recibe la medicación y 45 minutos después de acabar su administración. Esta técnica emplea el frío para reducir el flujo de sangre hacia la raíz del cabello, evitando así que llegue el tratamiento quimioterápico y que provoque la caída permanente a causa de la afectación en la raíz. "Los oncólogos que demostraron la eficacia de estos gorros en el estudio clínico confirman la buena experiencia con esta estrategia en la práctica clínica rutinaria", ha explicado el doctor Joan Albanell, cabeza del Servicio de Oncología Médica del hospital.

Actualmente, el Servicio de Oncología del Hospital del Mar ha adquirido cinco gorras hipotérmicas y los ofrece a estas pacientes en tratamiento de cáncer de mama que son tratados con docetaxel, un medicamento para la quimioterapia, aunque también se puede aplicar en personas con otros tipos de tumores por los cuales está indicado este fármaco, como los de próstata y pulmón, entre otros. Ahora mismo, no está previsto utilizarlas en los casos de riesgo de alopecia temporal porque su utilidad es parcial y los problemas que causa son diferentes de la caída permanente, indican desde el hospital.

Caída del pelo

La caída del pelo es uno de los efectos secundarios del tratamiento con quimioterapia. En casos de cáncer de mama en qué se usa el docetaxel, en determinadas dosis, las pacientes pueden sufrir este efecto secundario no solo de forma transitoria, sino que puede ser que el cabello no vuelva a crecer. Las pacientes en tratamiento por un tumor de mama pueden empezar a notar la caída del pelo, sea permanente o transitoria, entre una y cuatro semanas después de iniciarlo. El volumen de pelo que caerá depende del tipo de medicamento quimioterápico que se reciba. En la mayoría de casos, volverá a crecer tan pronto como se acabe el tratamiento, pero puede tardar entre tres y cinco meses al recuperarse del todo y puede presentar, a veces, una textura, color o volumen diferentes. Según un estudio del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y el Hospital Clínico Universitario de Valencia, el problema de la alopecia afecta entre el 5% y el 12% de las pacientes que se someten a este tratamiento. Con todo, este efecto secundario se puede evitar en la mayor parte de las pacientes con la técnica que se ha empezado a implantar en el Hospital del Mar.