Unos correctos hábitos de higiene bucodental son la base para un buen estado de los dientes. Incluso los dientes de leche se deben cuidar, ya que ocupan un espacio que, posteriormente, albergará un diente permanente. Si el diente se cae o se extrae de forma prematura por una caries, lo más probable es que el espacio quede ocupado por los dientes de los lados y, cuando el diente permanente quiera salir, no disponga de espacio para colocarse.

Los problemas en los dientes de leche pueden provocar maloclusión, malnutrición, infecciones, afectaciones en el habla y problemas de autoestima, por lo que se recomienda cuidar la dentición desde bebé. El servicio de Odontología del Hospital Universitari General de Catalunya también insiste en que, por ejemplo, la primera visita al odontopediatra sea antes del primer cumpleaños del pequeño, y nunca más tarde de los 3 años. También es importante limpiar las encías del bebé una vez al día con una gasa húmeda o un dedal de silicona en el momento del baño.

Los problemas en los dientes de leche pueden provocar maloclusión, malnutrición, infecciones, afectaciones en el habla y problemas de autoestima, por lo que se recomienda cuidar la dentición desde bebé

A partir de la salida del primer diente, es necesario limpiarlo con un cepillo de filamentos suaves, o bien utilizar pasta dental que contenga 1.000 ppm de flúor, siendo imprescindible el cepillado de la noche. La cantidad de pasta debe ser como para manchar el cepillo dental o como grano de arroz. La pasta irá variando según la criatura crezca: a partir de los 3 años, utilizaremos pasta 1000-1450 ppm de flúor; a partir de los 6, pasta 1450 ppm de flúor. En ambas etapas, la cantidad de pasta no debería superar el tamaño de un guisante.  

Otra recomendación es cepillar los dientes de los pequeños tres veces al día, después de cada comida principal, siendo la de la noche la más importante, y la duración del cepillado debe ser de entre 2 y 3 minutos. No se recomienda enjuagar con agua, pero sí escupir el exceso de pasta. Hasta la adolescencia del menor, el cepillado solo es 100% efectivo si está supervisado por un adulto, y es fundamental repasar las zonas que el niño no ha sabido o no ha podido cepillar.

Hasta la adolescencia del menor, el cepillado solo es 100% efectivo si está supervisado por un adulto

Es necesario cepillar todas las caras de los dientes (externa, interna y superficies masticatorias) y, a partir de los 3 años, utilizar un hilo dental. Cada niño debe tener su propio cepillo de dientes, que debe sustituirse cuatro veces al año, o incluso antes, si los filamentos están abiertos. En el caso de los bebés, se deben cambiar los cepillos cada 2 meses. Una dieta sana y equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y lácteos es también de gran importancia para tener una boca sana. Por último, cabe recordar que es la frecuencia de ingesta, no la cantidad de comida, lo que aumenta el riesgo de caries.