La reducción del número de dosis de la vacuna de Pfizer contra la Covid-19 ha provocado un caos en la estrategia de vacunación del Gobierno. Con sólo el 56% de las dosis previstas para la semana que viene - 205.725 dosis de las 360.000 promesas -, el ministerio de Salvador Illa ha replanteado el reparto entre autonomías, dejando algunas con un número más bajo. Y es que no todas las autonomías recibirán el número de dosis habituales, ya que se repartirán en función del número de vacunas que han puesto hasta ahora, y no según el número de personas mayores en residencias como se había establecido en un principio.

Varios consejeros de Salud autonómicos han criticado este nuevo criterio de reparto, que los deja con menos vacunas, como mínimo de cara a la próxima semana. Todas aquellas autonomías que han optado por no administrar todas las dosis recibidas y guardarlas para inmunizar la población de riesgo con una segunda dosis son las más perjudicadas, empezando por Euskadi.

Euskadi, la vacunación más lenta y los más perjudicados

El País Vasco se encuentra en la cola de la vacunación. Con 22.464 dosis administradas, sólo ha puesto el 46,2% de las vacunas recibimientos, el porcentaje más bajo de todo el estado español. Por eso, es la autonomía más perjudicada por este cambio de criterio del ministerio de Sanidad.

Este sábado, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha mostrado contrario a la modificación en el reparto de vacunas. "Garantizar la segunda dosis en aquellas que no han hecho previsión sería una decisión injusta para Euskadi", ha denunciado. Según ha defendido Urkullu en un comunicado, ha sido su estrategia de guardar la mitad de las dosis para garantizar la segunda vacunación que requiere la vacuna lo que los ha situado en la cola del estado.

Las autonomías en pie de guerra por el número de vacunas

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también se ha mostrado en contra de la decisión del gobierno de Sánchez, y los ha acusado de "cambiar las reglas del juego a la mitad de la partida". Ayuso cree que hay criterios políticos en este cambio de estrategia y ha exigido que no se mire las comunidades autónomas por "colores políticos".

Durante una visita a las poblaciones más afectadas por el temporal Filomena, Ayuso ha calificado de "error" y "falta de respeto a todas las personas que están trabajando en la Consejería de Sanidad, los técnicos sanitarios y los ciudadanos de Madrid" que se sugiera cambiar el criterio para el reparto de vacunas. Madrid también será una de las comunidades que menos dosis recibirá la próxima semana, ya que el plan de vacunación de Ayuso les ha llevado a administrar a duras penas el 50% de las dosis recibimientos (un total de 77.921 personas vacunadas).

Otras comunidades, como la de Aragón también se han quejado del nuevo reparto. El presidente aragonés, Javier Lambán, ha rechazado que se altere el criterio de repartir más dosis a las comunidades con más personas en residencias. Más optimistas se han mostrado desde Andalucía, que han confirmado que, a pesar de recibir menos dosis de las previstas, conseguirán cumplir con las previsiones de Sanidad de poder vacunar a todas las personas que les toque la segunda dosis esta próxima semana. "Gracias a la reserva estratégica y el 50% de las vacunas que recibiremos estas semanas, nos garantiza la vacunación", ha explicado el consejero de Sanidad andaluz, Jesús Aguirre.

El País Valencià defiende la estrategia: más vacunados, más dosis

No todo el mundo ha posicionado en contra del cambio de estrategia, sin embargo. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ya defendía este jueves que una flexibilización en el reparto de las vacunas, con más dosis por los territorios que más vacunan, permitiría ganar eficiencia. El País Valencià es la autonomía con el porcentaje más alto de vacunación: de las 94.350 dosis recibimientos ya se han administrado más del 90%.

También la vicepresidenta del gobierno valenciano, Mónica Oltra, ve de "sentido común" que en la distribución de las vacunas contra la Covid-19 se tenga en cuenta el ritmo de vacunación, por una cuestión "de equidad y de eficacia". Según Oltra, no se trata de "perjudicar a nadie, sino de favorecer la inmunización de las personas que viven en nuestro país cuanto más deprisa mejor", ha defendido en la rueda de prensa posterior al pleno del gobierno valenciano.