Hace una semana, The New York Times publicaba un extenso reportaje titulado así: "Cuando un simple chapuzón causa una enfermedad peligrosa". Hacía referencia a la esquistosomiasis, una enfermedad aguda y crónica provocada por gusanos parásitos contraídas en aguas infestadas. Ahora, El Mundo ha recordado el primer caso de transmisión autóctona en el Estado español —concretamente, en la provincia almeriense—, descrito de forma retrospectiva en 2021. Es por esto que nos preguntamos como es la esquistosomiasis, la enfermedad emergente causada por gusanos que ya se ha transmitido a Andalucía.

Como decíamos, y tal como recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una enfermedad parasitaria que se contrae al tener contacto con agua dulce infestada. Las larvas del parásito, liberadas por caracoles, penetran la piel humana. Dentro del cuerpo, las larvas maduran, se alojan en vasos sanguíneos y liberan huevos que causan inflamación y daño en los órganos. Después, las personas infectadas continúan el ciclo cuando contaminan el agua con huevos del parásito presentes en el excremento o la orina. Los niños en edad escolar son particularmente vulnerables por mor de la falta de higiene y algunas actividades lúdicas, como el retraso del crecimiento y problemas de aprendizaje.

Esquistosomiasis: síntomas y tratamiento

La esquistosomiasis es común en regiones tropicales y afecta sobre todo comunidades sin acceso a agua potable ni saneamiento. Según la OMS, es endémica en 78 países y el 90% de los casos se concentran en el África, y afecta especialmente agricultores, pescadores, mujeres que hacen tareas domésticas a ríos y niños. Ahora, el crecimiento urbano, el turismo y la migración han ampliado su alcance. Se estima que afecta a más de 250 millones de personas y es responsable de entre 24.000 y 200.000 muertes por todo el mundo cada año. La OMS asegura que algunos países han conseguido grandes avances en su eliminación, pero hace falta reforzar el tratamiento y la monitorización para reducir el tratamiento y eliminar la esquistosomiasis como problema de salud pública.

Los síntomas surgen por la respuesta del cuerpo en los huevos, y la enfermedad tiene dos formas principales: la intestinal y el urogenital. En la forma intestinal, hay dolor abdominal, diarrea y sangre en el excremento, pero puede estropear el hígado, el bazo y causar hipertensión en casos avanzados. En la forma urogenital, se manifiesta con sangre en la orina, lesiones en órganos urinarios y genitales, e incluso puede provocar infertilidad y cáncer de vejiga en casos graves. El diagnóstico se basa en detectar huevos del parásito en excrementos u orina, así como pruebas serológicas, de antígenos y técnicas. La prevención incluye acceso a agua segura, saneamiento, educación y control del caracol vector, mientras que el tratamiento masivo con prazicuantel es la principal estrategia. Se trata de un medicamento eficaz, barato y seguro. Se recomienda tratar grupos de riesgo, especialmente niños y personas en contacto con agua contaminada.
 

Imagen principal: larvas de esquistosoma / Wikimedia Commons