El mayor estudio genético internacional sobre el ictus, liderado por el Hospital de Sant Pau de Barcelona, ha encontrado 89 genes implicados en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, 61 de los cuales no se habían descrito nunca antes. Los resultados de esta investigación, publicada este miércoles la revista científica Nature, permitirá predecir con más precisión el riesgo que tiene una persona de sufrir un ictus. La investigación también aporta información importante sobre los procesos biológicos que están implicados en esta enfermedad, a la cual puede ayudar a encontrar tratamientos más eficaces.

El trabajo ha analizado datos del genoma completo de más de 100.000 pacientes que habían sufrido un ictus, así como también los de más de un millón y medio de personas sanas. Una cifra muy elevada, teniendo en cuenta que hasta ahora el mayor estudio sobre factores de riesgo genéticos del ictus tenía datos de 67.000 pacientes y 500.000 controles sanos. Este trabajo liderado por el Hospital de Sant Pau también ha incluido muestras de personas de diferentes etnias, una innovación, ya que sólo se habían hecho investigaciones con datos de personas de origen europeo.

"Estos resultados aportan información muy importante, no sólo para predecir qué personas presentan un alto riesgo de ictus, sino también porque da información relevante para conocer mejor las bases biológicas de la enfermedad", ha asegurado el investigador del Instituto de Investigación del Hospital Sant Pau, Israel Fernández Cadenas, coordinador del análisis de los datos. Según el especialista del hospital catalán, "estos datos permiten plantear la utilización de nuevas terapias mediante fármacos no utilizados hasta ahora en el ictus". "Se conocía que los procesos inflamatorios o de coagulación tenían un papel importante en el ictus. Ahora hemos visto, por ejemplo, que los niveles de lípidos que nosotros considerábamos que podrían ser relevantes, quizás no son tan esenciales en el desarrollo de esta enfermedad", ha detallado Fernández.

La investigación

En concreto, el estudio ha analizado el genoma de 1.503.898 participantes, entre los cuales incluyeron a 110.182 pacientes con ictus de cinco ascendencias diferentes. Gracias a estas muestras, han identificado un total de 89 regiones cromosómicas independientes relacionadas con el riesgo de ictus, de las cuales 61 son nuevas. La investigación ha comprobado que gran parte de estas características genéticas son compartidas por todas las personas, sin importar su procedencia. Los investigadores analizaron también datos de 52.600 personas con enfermedad cardiometabólica y concluyeron que la suma de los factores de riesgo genético predecía el riesgo futuro de ictus, independientemente de los factores de riesgo clínicos.

En esta línea, Rafael de Cid, investigador del Instituto Germans Trias i Pujol y coautor del estudio, ha apuntado que "este hallazgo será importante para que los profesionales médicos puedan identificar los riesgos y los tratamientos idóneos en el camino hacia la medicina predictiva y de precisión". "Lo importante de conocer mejor los mecanismos implicados en el ictus es que se pueden buscar nuevos tratamientos y también se pueden hacer estudios con fármacos aprobados por otras enfermedades que pueden servir para tratar a estos pacientes", ha asegurado al investigador.