La migraña es un trastorno muy común que sufren millones de personas en todo el mundo. De hecho, según la OMS, un 30% de la población mundial padece migrañas de manera recurrente. Suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente al grupo entre los 35 y los 45 años de edad. Es dos veces más frecuente entre las mujeres que entre los hombres debido a influencias hormonales y está causada por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos de la cabeza.

Existen numerosos fármacos para tratarla, pero la dieta también parece jugar un papel fundamental. Hay trabajos que lo demuestran, como este estudio llevado a cabo por un grupo de expertos de la Universidad de Carolina del Norte y publicado en The British Medical Journal. Según el mismo, una alimentación rica en pescado graso puede ayudar a las personas que padecen migrañas frecuentes a reducir la cantidad mensual de dolores de cabeza y la intensidad del dolor en comparación con los participantes con una dieta más rica en grasas y aceites vegetales, según un nuevo estudio.

La investigación involucró a 182 adultos con migrañas frecuentes, que ya habían participado en un trabajo sobre el impacto del ácido linoleico y el dolor crónico. El ácido linoleico es un ácido graso poliinsaturado derivado comúnmente en la dieta estadounidense del maíz, la soja y otros aceites similares, así como de algunas nueces y semillas.

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Los estudios anteriores del equipo exploraron si el ácido linoleico inflamaba los tejidos y las vías del procesamiento del dolor relacionado con la migraña en el nervio trigémino, el más grande y más complejo de los 12 nervios craneales del cuerpo. Descubrieron que una dieta más baja en ácido linoleico y más alta en niveles de ácidos grasos omega-3 (como los que se encuentran en el pescado y los mariscos) podría aliviar la inflamación de esta vía del dolor.

En una intervención dietética de 16 semanas, los participantes fueron asignados al azar a uno de tres planes de dieta saludable. Todos los participantes recibieron kits de comida que incluían pescado, verduras, hummus, ensaladas y productos para el desayuno. Un grupo recibió comidas que tenían altos niveles de pescado graso o aceites de pescado graso y ácido linoleico bajo. Un segundo grupo recibió comidas que tenían altos niveles de pescado graso y más ácido linoleico. El tercer grupo recibió comidas con alto contenido de ácido linoleico y niveles más bajos de pescado graso.

Durante el período de intervención, los participantes registraron la cantidad de días, la duración y la intensidad de la migraña, junto con cómo sus dolores de cabeza afectaron su capacidad para funcionar en el trabajo, la escuela y en su vida social, y con qué frecuencia necesitaban tomar analgésicos. Cuando comenzó el estudio, los participantes tenían un promedio de más de 16 días de dolor de cabeza por mes, más de cinco horas de dolor de migraña por día de dolor de cabeza, con un impacto severo en la calidad de vida a pesar de usar múltiples medicamentos para el dolor de cabeza. La dieta más baja en aceite vegetal y más alta en pescados grasos produjo entre un 30% y un 40% de reducción en el total de horas de dolor de cabeza por día, horas de dolor de cabeza intenso por día y días de dolor de cabeza en general por mes en comparación con el grupo de control.

Las muestras de sangre de este grupo de participantes también tenían niveles más bajos de lípidos relacionados con el dolor. A pesar de la reducción en la frecuencia y el dolor de los dolores de cabeza, estos mismos participantes informaron solo mejoras menores en la calidad de vida general relacionada con la migraña en comparación con otros grupos del estudio.