Cuántas veces hemos oído eso de que el desayuno es la comida más importante del día. Tantas que probablemente haya perdido valor en nuestro día a día, como tantas otras cosas que no dejan de repetirse una y otra vez.

Pero lo cierto es que está demostrado por numerosos estudios que lo que ingerimos poco después de comenzar nuestro día tiene un impacto muy significativo en cómo vamos a rendir en la jornada. Un buen desayuno afecta al estado de ánimo, nos prepara adecuadamente desde el punto de vista cognitivo y nos provee de la energía que necesitamos para enfrentarnos al mundo.

Desayuno cama (1)

Pero las buenas noticias respecto a la primera comida del día no acaban ahí. Ahora, un nuevo estudio de la Endocrine Society de los Estados Unidos ha desvelado que las personas que ingieren un gran desayuno queman el doble de calorías en comparación con las que comen una cena más copiosa, según se ha publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

Además, asimismo tienen menos antojos a lo largo del día –sobre todo de dulces– y sus niveles de azúcar en la sangre e insulina son más saludables durante toda la jornada.

El estudio

Los científicos evaluaron durante tres días a 16 hombres que alternaban un desayuno bajo en calorías y una cena alta en calorías y viceversa. A continuación les hicieron un seguimiento sobre la termogénesis inducida por la dieta (DIT), que se trata de un medidor sobre cómo está metabolizando el cuerpo los alimentos, así como el hambre que tenían, el nivel de glucosa en la sangre y los antojos de dulces que sufrían a lo largo del día.

De esta manera descubrieron que la DIT era dos veces y media más alta tras el desayuno que después de la cena. Es decir, que el metabolismo era mucho más activo por las mañanas. En cuanto a la insulina y la glucosa en la sangre, también fueron más bajas después del desayuno en comparación con después de la cena.

Los hallazgos pueden tener enormes implicaciones para las personas que buscan perder peso, junto con las personas con diabetes que tienen niveles de glucosa en sangre más altos de lo normal.

En opinión de los investigadores, comer menos en el desayuno es una práctica que muchos llevan a cabo con la esperanza de perder peso. Pero se ha demostrado que las personas que comen menos en el desayuno a menudo comen más y comen más tarde durante el día, lo que echa por tierra sus objetivos de pérdida de peso.

Desayuno

Los responsables del estudio recomiendan llevar a cabo comidas más copiosas al comienzo del día, especialmente si se está tratando de perder peso. Además, señalan que lo mejor es que el desayuno sea equilibrado, con fruta, huevos, avena y yogur, como elementos principales y evitando los alimentos excesivamente procesados, como los pasteles y los cereales azucarados.