Una de las frases más repetidas sobre la alimentación es esa que dice que “el desayuno es la comida más importante del día”. Una afirmación que hemos escuchado a médicos y nutricionistas cuando hablan sobre pautas de alimentación y que los padres también dicen a sus hijos para convencerlos de que tienen que ir a clase bien alimentados para comenzar el día de la mejor manera.

Pese a ello, la ciencia sigue trabajando constantemente en lo referente a los hábitos alimenticios y recientemente un equipo de investigadores ha realizado un estudio sobre la importancia del desayuno como factor en el adelgazamiento.

Hay que tener en cuenta que no en todas las partes del mundo se desayuna igual. En Occidente, sin ir más lejos, los desayunos son bastante diferentes entre países. Así, los anglosajones tienen la costumbre de incluir elementos como el bacon y los huevos en la comida de la mañana, mientras que en los países mediterráneos existe una mayor costumbre de desayunar una pieza dulce, como el croissant o las rebanadas de pan con tomate, aceite o mantequilla y mermelada.

Desayuno inglés

En todo caso, e independientemente de lo que cada uno prefiera como desayuno, son muchas las personas que ven esta comida como una parte esencial del día. Al fin y al cabo, se trata del primer alimento del día después del descanso nocturno y aporta al cuerpo nutrientes y energía para comenzar la jornada.

Son numerosos los estudios que afirman que un desayuno equilibrado ayuda a mantener un peso saludable, sin embargo los hallazgos de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, y publicado en la web The BJM ponen en entredicho esta cuestión.

El estudio

Para obtener más información sobre los vínculos entre el desayuno y el cambio de peso, el equipo de investigadores australiano analizó 13 ensayos controlados aleatorios, en su mayoría de los EE.UU. y el Reino Unido, de los últimos 28 años.

Los resultados obtenidos del trabajo revelaron que dos creencias acerca del desayuno y la pérdida de peso no se sostenían según su estudio. Por un lado, no encontraron evidencia que sugeriese que desayunar pueda ayudar a perder peso debido a la quema eficiente de calorías al principio, lo que evita comer en exceso más tarde en el día. Y en segundo lugar, descubrieron que saltarse el desayuno no estaba relacionado con que las personas tuvieran más hambre después.

Entre los participantes en la investigación había tanto personas que desayunaban habitualmente como otras que no lo solían hacer, y en ambos grupos contaron con individuos de distintos pesos corporales.

Cereales

El equipo de trabajo descubrió que la ingesta diaria total de energía era mayor en las personas que desayunaban que en las que se saltaban el desayuno. Además, las personas que se saltaron el desayuno pesaron de media casi medio kilo menos al final del estudio.

Los autores de la investigación argumentan que la evidencia reunida por todos los estudios realizados hasta la fecha no respalda que las dietas para adultos que incluyen el desayuno sea una buena estrategia para perder peso. “Aunque desayunar regularmente podría tener otros efectos importantes, se necesita precaución al recomendar el desayuno para bajar de peso en adultos, ya que puede tener el efecto contrario”, concluyen.