Grandes cadenas de la distribución como Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés, Ikea o MediaMarkt han pedido al Gobierno que les permitan vender ellas también test de antígenos para facilitar así su distribución masiva entre la ciudadanía y ayudar a combatir el tsunami de contagios que está suponiendo la variante ómicron. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que agrupa también a Apple Retail, Bricomart, C&A, Conforama, Costco, Eroski, FNAC, Leroy Merlin, Tendam, Toys`R`Us, Sarton, Worten y Dufry, explica que la venta de estos test fuera de las farmacias es algo que ya hacen países del entorno como Alemania, Francia, Portugal o Países Bajos.

Así, se "permitiría distribuir de forma masiva los test y abaratar sustancialmente el precio", explican desde  Anged, que recuerda que la distribución comercial, gracias a su presencia en todo el territorio, puede ayudar en esta fase de la pandemia a hacer más asequible el autodiagnóstico y, por lo tanto, la detención de los contagios. En ese sentido apunta que las mascarillas son un ejemplo claro de cómo la distribución comercial ha ayudado a generalizar su acceso y abaratar su precio durante la pandemia.
 

Carta a Sanidad 


Anged asegura haber escrito una carta a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, planteándole la posibilidad de que los test de antígenos puedan comenzar a venderse en su red de establecimientos comerciales, conformada por miles de tiendas en toda España. La patronal dice estar dispuesta a acordar "en los términos que las autoridades sanitarias estimen oportuno una colaboración que entendemos muy necesaria en esta fase de la pandemia, en la que se está demandando a los ciudadanos su colaboración en el control del virus, mediante el autodiagnóstico de los contagios".

"Esta colaboración, de hecho, ya ha funcionado con éxito a la hora de establecer medidas de control y prevención contra la covid en las tiendas, tanto para empleados como para clientes", afirman.

Del mismo modo que está ocurriendo a nivel mundial, España lleva días batiendo récords de contagios diarios y se da por hecho que los casos reales son mucho más de los contabilizados. Ayer, miércoles, se superaron los 100.000 nuevos positivos notificados y la incidencia acumulada supera ya los 1.500 casos en 14 días, con una tasa de positividad superior al 20%, muy por encima del 5 % se considera que la pandemia está descontrolada.

Precios desorbitados  

Estos últimos días, ante la expansión de la variante ómicron y las reuniones de Navidad, muchas personas se están haciendo pruebas para diagnosticarse la covid en su casa, comprando los test en las farmacias. Por ello, en muchas tienen que colgar un cartel de "no nos quedan antígenos" en sus puertas. Además, ante esta falta de tests, sus precios, como ya ocurrió con las mascarillas o los botes de gel hidroalcohólico al inicio de la pandemia, se ha incrementado. 

Por ello, asociaciones de consumidores, sindicatos y formaciones políticas reclaman que el Gobierno limite el precio de los tests. Antes de la Nochebuena, Facua constató la escasez de pruebas diagnósticas y denunció la especulación con su coste, con subidas de hasta el doble. Por ejemplo, en Barcelona no chocaron con ninguna farmacia con tests de antígenos disponibles. Sin embargo, registraron que el precio de las pruebas oscilaba entre los cinco y los diez euros. Ante esta situación, criticaron que "ni el Ministerio de Sanidad ni las comunidades han fijado precios máximos, favoreciendo así los desproporcionados márgenes de beneficios que se están produciendo".

En la imagen principal, un cartel anunciando que no quedan antígenos en una farmacia de Madrid / Europa Press