Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) priorizarán a los pacientes de coronavirus con más esperanza de vida y calidad. Los hospitales están preparándose para hacer frente al colapso sanitario derivado de la crisis del coronavirus.

Delante de eso, hay dos vías de actuación: la clínica, con las especificidades de cada órgano, y la ética. Está en este último aspecto para el que las principales asociaciones representativas del sector sanitario, han acordado un protocolo de actuación basado en unas recomendaciones y el análisis de expertos en bioética.

Estas recomendaciones han sido consensuadas con más de una veintena de colectivos, e impulsado por el Consejo de Médicos de Barcelona. Aunque también figuran otras asociaciones del estado español como la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) o el Observatorio de Bioética y Derecho, la Sociedad Española de Curas Paliativas (AECPAC), entre muchos otros.

En líneas generales, se marcan unos criterios según los recursos disponibles, las características del paciente que llega y la evaluación ética en el momento de tomar la decisión más adecuada.

Por otra parte, también se tiene que tener en cuenta la voluntad del paciente. La presidenta de la Comisión de Deontología del Consejo de Médicos de Catalunya, Montserrat Esquerda, remarca que "el acompañamiento familiar o la voluntad del paciente también son básicas en estos momentos" de toma de decisiones.

Algunas de las medidas más destacadas que el coronavirus y sus consecuencias ha obligado ha establecer en esta situación excepcional son:

- Contemplar los ingresos en otros UCI's o la derivación en otros centros si lo requiere.

- Minimizar durante el periodo que haga falta los ingresos por pruebas terapéuticas.

- No ingresar a aquellos pacientes que rehúsen medidas invasivas, tanto "si lo han dejado escrito en un documento o lo expresan de voluntad", tal como explica Resquebraja.

- Valorar a cada paciente de forma global y no por la tipología de enfermedad por la cual ingresa.

- Se tiene en cuenta la edad biológica del paciente I su situación global en los casos de personas mayores. La doctora Grieta recuerda que "la edad es uno de los múltiples factores pero no lo único". Y da un ejemplo: "Si el paciente tiene una enfermedad oncológica avanzada, el virus tiene más riesgo y por lo tanto aplicamos unas escalas de fragilidad donde ya sabemos qué persona responderá al tratamiento y cuál no". Por lo tanto la edad, no tiene que ser el único motivo y tampoco se establece un umbral de años específico: "Tenemos personas mayores con un estado de salud muy bueno".

- En el caso de una complicación, prever su desintencificación o traslado a paliativos.

Por todo ello, se hace una evaluación general donde también se tienen en cuenta las enfermedades o su esperanza de vida. Así pues, en términos éticos, puede influenciar:

- El número de años de vida salvados. Pero en este aspecto, la doctora Ceba insiste en qué es muy importante valorar "la máxima calidad de vida y años recuperados de la persona".

- Las posibilidades de vida del paciente.

- Evitar el criterio de que el primero que llega, el primero que se ingresa. "Admitir que un ingreso puede implicar denegar el de otro", tal como puntualizan en el documento.

- Valorar el ingreso de una persona "con una expectativa menor de uno a dos años" de vida que ya se da en una situación de normalidad y se derivan en el ámbito paliativo.

Este análisis también tiene en cuenta las prioridades de los pacientes y los separa en cuatro grupos de mayor a menor: los de prioridad 1 son los que necesitan obligatoriamente ingresar en la UCI y estar monitorizados. Los de 2 requieren un tratamiento de oxigenoterapia pero no "ventilados de forma invasiva". En el 3, aquellos en estado crítico con pocas posibilidades de recuperarse por una enfermedad aguda. Y el grupo 4, los terminales con un beneficio mínimo de recuperación.

La doctora Grieta recuerda que la idea de este documento "no es alarmar la población sino concienciarnos de que eso va de verdad y evitar llegar a este escenario". No obstante, es una evidencia que "se tiene que pensar previamente y escuchar todas las recomendaciones que se hacen".

Estas recomendaciones también dependen, en último término, de cada caso particular y sentencia: "Cuesta mucho hacernos una idea de la realidad actual que vivimos, tan de bono esta herramienta no la tengamos que hacer servir nunca".