Cinco alcaldes de L'Alta Cerdanya, la parte de la comarca bajo administración francesa, han cortado las carreteras que llevan a la frontera con paneles de hormigón, para impedir la llegada de turistas o propietarios de segundas residencias barceloneses con motivo del coronavirus. La acción se ha realizado con el visto bueno de la prefectura de la Catalunya Nord, y también con el de Puigcerdà, según ha indicado France Bleu.

Uno de los puntos que ha quedado cortado es el puente de Llívia (Baixa Cerdanya), el enclave surcatalán en territorio administrativamente francés. Todas las vías secundarías han sido clausuradas, y sólo han dejado dos pasos principales, que tendrán vigilancia policial.

"No queremos que vuelvan a pasar las escenas que vivimos la semana pasada con especialmente barceloneses que vinieron a la segunda residencia, lo que está prohibido", ha indicado a France Bleu el alcalde de Estavar, Laurent Leygue.

Las localidades que han aplicado la medida son, además de Estavar, Enveig, Palau de Cerdanya, Angostrina y la Guingueta d'Ix.

El paso fronterizo de Puigcerdà por la Guingueta d'Ix, conocida en francés como Bourg-Madame, queda abierto. Y también lo está el acceso al hospital transfronterizo de la Cerdanya, entre Puigcerdà y Ur.