Italia se prepara para un cambio de estrategia para hacer frente al coronavirus. Sólo en la región de Lombardía hay 22.264 personas contagiadas, de las cuales han fallecido 2.549.
Según explica el diario ABC, las medidas que ha tomado Italia para parar la epidemia, no están dando los resultados esperados. Es por eso que el gobierno italiano quiere seguir el modelo de Corea del Sur que consiste básicamente en realizar muchas pruebas de coronavirus en la población y ayudarse de la tecnología para detectar los contagiados con síntomas leves y las personas con las que han estado en contacto.
Desde el gobierno italiano y desde el departamento de salud del país ya han activado un grupo para definir los detalles, aunque, según explican ABC, este método podría poner en riesgo la privacidad de los ciudadanos, sobre todo por el control de los teléfonos móviles y las tarjetas de crédito. 
Teniendo en cuenta que han pasado casi dos semanas desde que el gobierno adoptó duras restricciones en los desplazamientos de los italianos, sobre todo en las regiones del norte, ahora se tendría que estar llegando a una situación estacionaria. Los datos confirman lo contrario: ya son 47.021 casos positivos en el país.
"Es evidente que estamos todavía en fase de crecimiento. Estas cifras dicen que probablemente han surgido nuevos focos de la epidemia. Sabemos que la situación en Lombardía es realmente catastrófica", ha explicado el profesor del comité sanitario que asesora en el gobierno italiano a ABC.
En Italia, un país con 60 millones de habitantes, según las cifras oficiales del viernes, hay 47.021 infectados y 4.032 muertes. La diferencia con Corea del Sur, un país con 51 millones de habitantes, es muy diferente: 8.652 contagiados y 92 muertes.
Estos datos han hecho que las autoridades políticas y sanitarias italianas consideren que un confinamiento masivo no sea suficiente y quieran cambiar el enfoque de la situación. Cada vez más, temen un colapso sanitario, ya que la cifra de emergencias no para de crecer.
Este sábado hace exactamente un mes de la primera muerte por COVID-19 en el país italiano.