Aunque las autoridades hacen un llamamiento constante a la ciudadanía para reducir la movilidad, las reservas en el Pirineo demuestran todo lo contrario. Un hecho que no ha parado ni el confinamiento perimetral del Ripollès y la Cerdanya. Así pues, tan solo dos días después de que el Govern decretara el cierre de estas comarcas, han subido las reservas hoteleras en la Vall d'Aran, los dos Pallars y el Alt Urgell de personas que, inicialmente, iban a pasar las fiestas de Navidad en las regiones confinadas.

"La gente dice que tenían reservas en estas zonas y, a raíz del cierre, se han desplazado a otras comarcas de montaña para poder esquiar o disfrutar de una estancia en el Pirineo", ha remarcado el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, según unas declaraciones que recoge la ACN

túnel caddie Mossos Escuadra confinamiento / ACNUn mosso d'esquadra hace un control en el túnel del Cadí por el confinamiento perimetral decretado en la Cerdanya / ACN

El impacto del puente de la Purísima

El confinamiento perimetral del Ripollès y la Cerdanya entró en vigor ayer para intentar controlar los brotes de Covid en estas comarcas, donde los datos son muy elevados, a la vez que los hospitales de Puigcerdà y Campdevànol están saturados, según explicó ayer el director de Salut Pública, Josep Maria Argimon. En el caso de la Cerdanya, por ejemplo, la incidencia acumulada es de los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes en un periodo de catorce días, es decir, siete veces por encima de la media catalana.

Argimon alertó de que este incremento de casos podría ser consecuencia de los desplazamientos que se registraron durante el puente de la Purísima donde muchas personas se marcharon a las segundas residencias en estas comarcas, por lo cual instó a los ciudadanos a reducir la movilidad.

Ahora bien, la situación del Ripollès y la Cerdanya no ha frenado la sed de los esquiadores, que han cambiado sus reservas hoteleras en estas comarcas con el fin de pasar las vacaciones en otros lugares del Pirineo catalán. Una situación que se empezó a registrar ayer mismo cuando entró en vigor el confinamiento perimetral de estas dos comarcas.

Es por este motivo que, si no se aplican restricciones, los hoteleros del Pirineo leridano prevén "una buena ocupación" para estas fiestas y, especialmente, cerca de Fin de Año, cuando creen que la ocupación podría rozar el 90%. Por otra parte, con respecto al resto de días de las vacaciones navideñas se calcula que las reservas hoteleras rondarán el 60%, según datos que publica la ACN.