Ahora que el Gobierno ha anunciado las fases de la desescalada, cómo se van a producir y lo que podremos hacer durante las próximas semanas hasta que llegue la ya célebre nueva normalidad, una de las máximas preocupaciones es adquirir las suficientes mascarillas para que todas las personas puedan pasear, acudir a sus trabajos o hacer la compra.

En todos los países, incluido España, las autoridades recomiendan utilizarlas e incorporarlas durante un tiempo a nuestras vidas de manera continua. El problema es que, en algunos lugares, son escasas y se han convertido en un bien de lujo, incluso las higiénicas o quirúrgicas, las más fáciles de conseguir. Esto ha provocado que muchos estén optando por fabricarlas en sus hogares.

En Estados Unidos, un equipo de científicos de la Universidad de Chicago ha estudiado cuál es la mejor manera de hacer mascarillas caseras y qué tipo de materiales se deberían utilizar para que resulten efectivas. Según han concluido, una combinación de algodón con gasa puede evitar la filtración de las gotitas que pueden contener el virus, siempre que el ajuste a la cara sea bueno.

Chicas mascarillas

El SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que causa COVID-19, se propaga principalmente a través de estas gotitas respiratorias cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o respira. Estas gotas se forman en una amplia gama de tamaños, pero las más pequeñas, llamadas aerosoles, pueden deslizarse fácilmente a través de las aberturas entre ciertas fibras de tela, lo que hace que no todas las máscaras de tela realmente pueden ayudar a prevenir la enfermedad.

Los expertos que han realizado este estudio querían estudiar la capacidad de los tejidos comunes, solos o en combinación, para filtrar aerosoles de tamaño similar a las gotas respiratorias. Los investigadores utilizaron una cámara de mezcla de aerosoles para producir pequeñas partículas. Con un ventilador esparcieron el aerosol a través de varias muestras de tela a una velocidad de flujo de aire correspondiente a la respiración de una persona en reposo.

A continuación, midieron la cantidad y el tamaño de las partículas en el aire antes y después de pasar a través de la tela. Una capa de una sábana de algodón bien tejida combinada con dos capas de gasa de poliéster-spandex, una tela transparente que se usa a menudo en vestidos de noche, filtra la mayoría de las partículas de aerosol (80-99%, dependiendo del tamaño de partícula), lo que equivale al rendimiento cercano a la de una mascarilla FPP2 y FPP3, las que  más filtran.

Mascarilla blanca amarilla

Según los investigadores, las telas prietas, como el algodón, pueden actuar como una barrera mecánica contra las partículas, mientras que las telas que sostienen una carga estática, como ciertos tipos de gasa y seda natural, sirven como una barrera electrostática. Sin embargo, hay un aspecto importante y es el ajuste. Una pequeña abertura del 1% redujo la eficiencia de filtrado de todas las mascarillas a la mitad o más, lo que pone e manifiesto lo necesario de hacerlo de forma adecuada.