Hoy, Catalunya cumple 22 días sin estado de alarma y despide el último fin de semana del mes de mayo con qué empezamos a ver el pasado día 9, botellones y grandes concentraciones que se daban como alternativa a un ocio nocturno de salas y discotecas que todavía no se ha restablecido.

Con una mínima perspectiva para evaluar si hay consecuencias inmediatas o no en la incidencia de la Covid-19, hablamos con Joan Caylà, epidemiólogo y presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Turbeculosi de Barcelona, fuiTB.

El riesgo de rebrote se encuentra en 108 puntos y la Rt o índice de contagio se encuentra en 0,95. ¿A pesar de fregar el 1, son datos que invitan al optimismo?

Es cierto que ahora estamos bajando de la cuarta ola pero una media donde prácticamente cada persona contagiada afecta a otra, no es un gran dato. A veces parece que nos olvidamos de que el coronavirus es una enfermedad contagiosa.

La incidencia es ahora más alta que el verano pasado

Le doy otro dato: la incidencia acumulada los últimos 14 días es de 112,74 por cada 100.000 habitantes, un dato que también baja...

La incidencia cuando se levantó el pasado 9 de mayo era más alta, incluso en las dos semanas posteriores hasta ahora, que cuando se aliviaron las restricciones el pasado mes de junio del 2020. Entonces estábamos por debajo de los 15 casos por cada 100.000 habitantes. Y se cometió el error de pensar que ya lo teníamos superado y todo estaba muy bien. Y se pensó que si volvía, sería en invierno con la gripe.

Pues bien, la realidad fue que el mismo mes de julio empezaron a aumentar los casos y en agosto, el turismo ya no vino. Mientras que en Francia, Alemania o Inglaterra estaba todo más controlado. Y la consecuencia fue un doble error: sanitario y económico con la pérdida de turistas.

Nos puede pasar como en Chile

La diferencia de ahora es que se está vacunando a la población...

Pero el riesgo es el mismo. Desde el Departament de Salut nos dicen que la incidencia aumenta entre la población joven y eso puede llevar a una derivada: que nos pase como en Chile. Tienen una cobertura vacunal muy alta, incluso superior a España, pero la gente joven no ha seguido medidas de prevención. Lo más ideal sería llegar a incidencias inferiores por Sant Joan y sobre todo focalizarse en grupos de población donde se pueda estabilizar o frenar el aumento. Si no, estaremos peor de lo deseable.

Podemos repetir el error del año pasado

¿Sufre mucho cuando llega el fin de semana y siguen repitiéndose, en menor o mayor medida, concentraciones de personas sin respetar las medidas sanitarias contra la Covid-19?

Las imágenes son preocupantes, podemos tener una quinta ola a principios de verano y repetiremos el error del año pasado. No es un problema sanitario, insisto, también el económico con el turismo. Tendríamos que hacer un toque de atención, estamos subiendo ligeramente y quizás en cuatro días nos plantamos a una Rt superior a 1. Eso sería el inicio de una nueva ola. Todo el mundo tiene muchas ganas de verano y encontrarse con los amigos y eso todavía no está controlado, no hemos alcanzado la inmunidad de grupo.

No es adecuado abrir el ocio nocturno

¿Una solución podría ser abrir el ocio nocturno? A modo de ejemplo, los cruceros internacionales vuelven el 7 de junio...

No es adecuado abrir el ocio nocturno. Sí como se ha hecho con algún estudio tipo la Sala Apolo pero no de forma sistemática y masiva. Si hacemos eso, insisto, la quinta ola la tenemos ya. Nos están afectando variantes como la inglesa o la india que son más transmisivas. Y la cobertura, delante de este escenario, tendría que ser más alta, del 70%.

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Cuesta concienciar a la población de su mensaje cuando a grandes rasgos los datos más empíricos como la cifra de ingresados y sobre todo en las UCI disminuye...

Insisto, la Rt no. Además, hay otro dato que pasa desapercibido y al que todo el mundo se ha habituado: el número de muertos. Miras atrás, y cada semana tienes de media que una enfermedad infecciosa en el siglo XXI puede llegar a provocar la pérdida de 50 vidas. Con la de meses que llevamos de pandemia, eso nos tendría que preocupar. Lo que genera una sensación excesivamente positiva es la cobertura vacunal.

La vacunación va lenta

Pero está aumentando precisamente.

Sí pero a un ritmo lento. Estamos lejos de alcanzar las cifras de Gran Bretaña, los Estados Unidos o Israel donde el porcentaje es muy superior y están haciendo una vida normal. Tendríamos que llegar al 70% de inmunidad que te comentaba antes pero eso raramente se conseguirá antes de dos meses. Lo mejor sería llegar a finales de junio pero la Unión Europea, con todo este tema, no se ha esforzado demasiado porque las vacunas no llegan a todo el mundo. Se puede llegar a finales de verano pero no es lo mismo que hacerlo al principio.

Sí hay una comparativa entre países: estamos más cerca de medidas menos restrictivas como los que acaba de citar, Gran Bretaña o Israel, que de nuestros vecinos, Francia o Alemania.

Y en cambio España está entre los lugares más afectados a escala mundial, sobre todo a nivel de mortalidad. Hemos tenido cuatro olas, en el caso de Lleida incluso cinco con la llegada de trabajadores del campo el verano pasado. Mientras que Alemania ha sufrido tres. La pasada Navidad ya éramos más laxos: aquí teníamos una mayor movilidad, incluso podíamos ir a esquiar y nos cayó otra ola. Insisto, cuando todo eso acabe, hará falta comparar el número de muertos.

¿Tenemos que ser pesimistas o realistas?

Lo que sé es que ahora tenemos gente joven en la UCI, algunos se han muerto y el riesgo continúa vigente que lo puedan pasar a padres o abuelos que no han completado la pauta de vacunación. Sólo pido no repetir los errores del año pasado. Lo mejor sería tener un buen programa de prevención, una mejora en el calendario de vacunas y no caer en que aquí, al fin y al cabo, todo vale.

Fotografía principal: Joan Caylà, epidemiólogo y presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Turbeculosi de Barcelona, UITB