Catalunya está por el camino de batir un récord de brotes de sarna en 2023. Así lo indican los últimos datos del Departament de Salut (consultadas por ElNacional.cat), que recogen cómo este año ha habido 196 brotes con 719 personas afectadas —uno de los últimos de los cuales fue el polémico caso de una residencia de Santa Coloma de Gramenet—. Es decir, que en poco más de medio año casi se ha igualado el máximo registrado en 2022: 216 brotes con 1.204 personas afectadas. La diferencia es mínima, de solo 20 brotes y 485 personas afectadas. Todo hace pensar que este 2023 se batirá la cifra del año pasado, pero la pregunta aquí es: ¿por qué?

La sarna en Catalunya (y en Europa) se disparó con la pandemia de la covid-19 y el consiguiente confinamiento, hasta el punto de que en 2021 se superó el récord de 2018 (de 127 brotes y 701 personas afectadas). El 2022 ya superó al 2021, y ahora será el 2023 que superará al 2022. Según explica a ElNacional.cat el jefe de Dermatología Pediátrica del Hospital Parc Taulí de Sabadell, Miquel Casals, parecía que el motivo de la epidemia era que la gente dejó de asistir presencialmente al médico —de manera que la enfermedad no se trataba correctamente—. Pero ya ha llovido mucho desde la pandemia (aunque ahora la covid haya vuelto) y esta teoría ha quedado desfasada.

La explicación que Casals encuentra ahora a la explosión de brotes de sarna es que el parásito "se ha devuelto resistente" al medicamento tópico más popular para este tipo de casos, la permetrina. Así, sospecha que en algún momento de la pandemia "entró en Europa un nuevo parásito" contra el cual este tratamiento no es efectivo. Una posibilidad que contempla Alba Martínez, dermatóloga de la Societat Catalana de Medicina Familiar (CAMFiC) y médico de familia en el CAP Passeig de Sant Joan de Barcelona, aunque va más allá y asegura a ElNacional.cat que la epidemia es "multifactorial".

Con "multifactorial", Martínez se refiere al hecho de que los tratamientos clásicos son ahora menos efectivos (el caso de la permetrina), al hecho de que hay retrasos en los diagnósticos (sobre todo en residencias) o al hecho de que es difícil hacer bien el tratamiento. Es en este último punto donde pone el foco, ya que encima se trata de un medicamento que es "caro" y que "todo el mundo lo tiene que hacer a la vez" para que sea efectivo: aunque esté financiado, en un núcleo familiar el precio del medicamento sube considerablemente. Para más inri, es complicado transmitir bien a los pacientes la manera cómo se lo tienen que aplicar y es difícil que ellos mismos lo recuerden todo correctamente cuando llegan a casa.

Propuestas contra la epidemia de brotes de sarna

Para empezar a paliar la situación, el dermatólogo del Parc Taulí recomienda dejar de utilizar insecticidas como la permetrina y empezar a utilizar tratamientos físicos como el azufre —aunque también le gusta mucho la ivermectina, que es por vía oral y "muy eficaz"—. Entonces, lo que hace falta es "actuar a todos los niveles (hospitales, atención primaria, residencias...) con el mismo protocolo" y "mucha tarea formativa". Es así que destaca que en su hospital "se ha cruzado un grupo de seguimiento" de la sarna y han diseñado unos protocolos efectivos, que toman de base los de la Generalitat para incluir modificaciones. Con estas indicaciones, el objetivo es "que no se escape nadie del entorno familiar" e "identificar los brotes familiares" para actuar lo antes posible.

En el caso de la dermatóloga del CAP Passeig de Sant Joan, su propuesta es que las autoridades sanitarias puedan "resolver la dificultad económica del medicamento" y abaratarlo todavía más —haciéndolo incluso gratuito para las familias con menos dinero—. En la misma línea, remarca que la importancia de hacer "materiales" para que a los pacientes les sea más fácil hacer bien el tratamiento y que se lleve a cabo más formación para los profesionales. Finalmente, pide al Departament de Salut que haya dermatoscopias al alcance de todo el mundo. En el Gobierno y en la Generalitat ya tienen trabajo por hacer para intentar poner fin a esta epidemia de récord de brotes de sarna.

La versión de la Agencia de Salud Pública

Por su parte, la Agència de Salut Pública de Catalunya confía en que Catalunya no batirá el récord de brotes de sarna. En declaraciones a este medio, la ASPCAT se muestra optimista y comenta que "no necesariamente" se sobrepasará el pico de 216 brotes de 2022 "porque es durante el período veraniego cuando normalmente se registran más casos". "También existe un componente muy importante de mejora de la notificación a los servicios de vigilancia a raíz de la pandemia y, por tanto, de mejora de la detección de brotes", añaden.

Esto es así porque también es verdad que "ha bajado el número de casos por brote de manera importante", lo que "indica que las actuaciones que se realizan conjuntamente desde las diferentes entidades son más rápidas en general y evitan que se esparzan más". "El cambio es muy relevante", aseguran. Y es que en 2018 hubo 9 casos por brote (120 brotes con 1.067 afectados); mientras que en 2022 se logró bajar la cifra hasta los 6 casos por brote (216 brotes con 1.204 afectados). Este año, hasta el pasado 27 de julio, hablamos de 4 casos por brote (196 brotes con 719 afectados) —lo que vuelve a representar una bajada notoria. "En este sentido, es más relevante el número de casos por brote que el número total de brotes", apuntan. Hay que recordar que un brote es a partir de dos casos en el mismo lugar y período. Por último, la agencia insiste en la importancia de la desinfección del espacio "porque, por mucho que se haga el tratamiento correcto, si no se desinfecta el hogar, se mantienen los contagios". "La sarna es como los piojos, muy molesta, y especialmente en ancianos, pero no es una enfermedad grave ni susceptible de provocar descompensaciones en enfermedades graves", concluyen.