El epidemiólogo del Hospital Hermanos Trias i Pujol de Badalona, Oriol Mitjà, ha enviado un mensaje de tranquilidad a los vacunados con AstraZeneca. En este sentido, ha expuesto que el riesgo de trombos es muy inferior, ya que en la primera dosis es de once por un millón, mientras que con la segunda de una por un millón.

Al detalle, el tratamiento de AstraZeneca para combatir la Covid requiere dos inoculaciones, que se tienen que aplicar en tres meses de diferencia. En este contexto, ha defendido en su cuenta de Twitter que "las segundas dosis se tienen que dar sin más atrasos ni vacilaciones".

Parar las primeras dosis

Ahora bien, en el contexto actual, el especialista se ha mostrado favorable de detener la aplicación de las primeras dosis del tratamiento. Los casos de trombosis se han dado en personas menores de 60 años, principalmente mujeres, por lo cual en España se ha prohibido administrarlas a personas que tienen menos edad.

"Nuevas primeras (dosis de AstraZeneca), en el escenario actual, es razonable pararlas a favor de alternativas más seguras", ha valorado Mitjà, que ha añadido: "Cuando la incidencia de enfermedad es alta el beneficio de la vacuna es alto y el riesgo se percibe bajo, pero si se reduce la incidencia, cuesta más asumir el riesgo de la vacunación. Actualmente el balance riesgo-beneficio es muy favorable para las segundas, pero bajo para primeras dosis".

Para sostener sus argumentos, el epidemiólogo ha acompañado el hilo de Twitter de un informe de la oficial Agencia de Regulación de Medicamentos y Productos de Salud del Reino Unido. En este, que se recogen datos del 9 de diciembre al 5 de mayo, se pone de manifiesto que de los 23,3 millones de primeras dosis administradas, se han detectado 262 casos de trombosis; mientras que en el caso de la segunda inoculación, aplicada a 7,5 millones de usuarios, se han contabilizado solo ocho.

Así pues, con estos datos en mano, ha asegurado que "es muy seguro poner la segunda (dosis) a personas que no han tenido complicaciones con la primera" a la vez que ha considerado que "no se tendrían que poner más primeras y sustituirlas por vacunas RNA" como la Pfizer o Moderna.

De hecho, el epidemiólogo ha pronosticado que el tratamiento de AstraZeneca está condenado a desaparecer. Pese a ello, Mitjà ha acabado el tuit con una pregunta y reflexión final: ¿"Queda la duda si es ético reaprovechar AstraZeneca para enviarla a países pobres"?