La variante B.1.1.7 de la Covid-19, conocida popularmente como la variante británica, está cada vez más presente en Catalunya, y también en el Estado español. De hecho las autoridades sanitarias prevén que en el mes de marzo más del 50% de los casos positivos por coronavirus en Catalunya sea de la variante británica. Esta variante es, según los estudios, entre un 30 y un 70% más contagiosa, cosa que obliga a extremar las medidas de seguridad: distancia social, mascarilla e higiene de manos. Delante de la extensión de la cepa británica, el físico e investigador de la Universidad Rovira i Virgili (URV), Àlex Arenas, ha hecho un llamamiento a utilizar las mascarillas FFP2 y ha reclamado a las administraciones un acuerdo político para bajar su precio.

"Para evitar la transmisión de la variante B.1.1.7 tenemos que hacer lo mismo que hacíamos, pero dada la transmisibilidad más alta, la máscara tiene que ser la mejor posible", afirma Arenas en un tuit en Twitter. "Urge un acuerdo político para bajar el precio de las mascarillas FFP2", sentencia el investigador de la URV, que recomienda utilizar este tipo de protección" a todo el mundo que pueda".

Las mascarillas FFP2, que tienen una duración de 8 horas, están recomendadas por espacios cerrados y concurridos. Las FFP2 son más caras que las quirúrgicas, entre 1 y 1,5 euros la unidad, porque es un producto más complejo, con un IVA del 21%. La bajada del IVA acordado por el Gobierno el noviembre pasado, solo afectó a las mascarillas quirúrgicas, más asequibles, que lo tienen del 4%. Ante el elevado coste de este tipo de protección, hay a quien la vende por dos euros, Arenas reclama un nuevo pacto para bajar el precio de manera que sean más asequibles.

mascarilla FFP2 coronaviris EPLa mascarilla FFP2, tiene una duración de ocho horas/ EP

Ejemplos en la UE

Autoridades de varios países europeos como Alemana, Francia o Austria ya hace semanas que recomiendan u obligan a utilizar estas mascarillas en espacios públicos como el transporte público, los supermercados o los centros comerciales. En el caso de España, el Ministerio de Sanidad ha rechazado por ahora tomar una medida de este tipo, asegurando que las mascarillas quirúrgicas, si se utilizan correctamente ya son suficientes, argumento que compadece el Departamento de Salud.

Arenas no es lo único que ha hecho esta petición, el Consejo General de la Enfermería ha hecho público un comunicado en el qual considera "primordial" el uso de las mascarillas tipo FFP2 en lugares cerrados y concurridos y reclama que se bajen los impuestos que las gravan y se fije un precio máximo de venta al público, cómo ya pasó con las mascarillas quirúrgicas.

Imagen principal, el investigador de la URV, Àlex Arenas / ACN