La ciudad ucraniana de Mariúpol ha sido completamente bombardeada por la Rusia de Vladímir Putin. No ha quedado prácticamente nada en pie. Pero no es un caso único en la historia. En su intervención delante del Congreso de los Diputados este martes, el presidente Volodímir Zelenski ha querido concienciar a la población española de lo que está viviendo su país. Y por eso ha recurrido a un símil: "Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937 cuando todo el mundo hablaba de una de vuestras ciudades, Gernika". El dirigente ucraniano también ha aprovechado para señalar a algunas compañías españolas, como Porcelanosa o Maxam (explosivos), que no han detenido su actividad en Rusia. La intervención de Zelenski ha sido aplaudido por todos los grupos, excepto por los diputados de la CUP, del BNG y Enrique Santiago (Unidas Podemos).

El líder ucraniano ha puesto especialmente el foco en Mariúpol, por el ensañamiento que ha habido, que ha comparado con el de la aviación nazi en abril de 1937 en Gernika. En este sentido, Zelenski ha recordado cómo sus habitantes se han visto sin comida, sin medicamentos y con toda la ciudad destruida. "Sólo han quedado ruinas. El 90% de los edificios están derribados", ha constatado. Ha denunciado cómo el Ejército invasor ha bombardeado edificios, como el caso del teatro, donde sabían que se escondía la gente. "Rusia no busca la paz seriamente, y lo peor es que no sabemos cuánto puede durar la guerra", ha alertado.

 

También se ha referido al caso de Bucha, donde se han cometido "crímenes contra la humanidad", y ha asegurado que sus responsables tienen que ser juzgados ante la Corte Penal Internacional. Un Zelenski que ha subrayado que Rusia llevó la guerra a Ucrania mucho antes. "Estamos defendido nuestro Estado de la guerra desde 2014, desde la ocupación de Crimea y el Donbass", ha asegurado. "¿Qué quiere destruir el armamento ruso? La posibilidad de vivir sin dictadura, sin violencia de Estado, en democracia abierta, la posibilidad de convivencia en paz," ha añadido.

Frente a esto, el presidente del gobierno ucraniano ha instado a España y al conjunto de la Unión Europea a seguir adoptando "sanciones contundentes" contra el Kremlin. En este sentido, ha agradecido que muchas compañías españolas hayan detenido su actividad en Rusia. Pero también se ha dirigido a otras grandes empresas para que "dejen de hacer negociar con Rusia". Ha citado Porcelanosa, Sercobe o Maxam.

La cámara baja se ha habilitado para que también pudieran asistir los senadores. El hemiciclo lleno ha seguido la intervención a través de pantallas de televisión. En la tribuna de invitados han estado el embajador y cónsules de Ucrania, los embajadores de los estados miembros de la Unión Europea y la OTAN, una representación de la comunidad ucraniana en España, así como personas desplazadas temporalmente de Ucrania.

Los únicos que no han aplaudido al presidente ucraniano han sido los cuperos Mireia Vehí y Albert Botran; el secretario general del PCE y secretario de estado de Agenda 2030, Enrique Santiago, y el diputado del BNG, Néstor Rego. Vehí y Botran tampoco han firmado una propuesta de declaración institucional que algunos grupos querían impulsar, y que no ha sido posible por falta de consenso.