No lo parecía por el frío recibimiento que le han ofrecido a su entrada en la sala polivalente del Parc del Nord de Sabadell, pero José Luis Rodríguez Zapatero se ha hecho con los 500 simpatizantes que se han reunido en el mitin de la cocapital vallesana. La fotografía con Chacón recuerda inevitablemente a hace 8 años y 10 escaños –estas elecciones probablemente serán más de 15 de diferencia respecto de entonces–.

En un acto nostálgico y reflexivo, propio de los expresidentes retirados de la vida política, centrado en el enaltecimiento de Catalunya, el expresidente del Gobierno español ha puesto en pie al público al final de su intervención y ha creado una larga cola para hacerse selfies con él.

El expresidente del Gobierno ha llegado tarde por un atasco en la C-58, y Carme Chacón y Miquel Iceta se han metido en el papel de teloneros y han pronunciado un discurso de mirada atrás sobre todo lo que, consideran, España y Catalunya deben a los socialistas, centrándose en todo aquello que hicieron en la primera legislatura, es decir, sobre cosas que han pasado hace más de 8 años. La campaña, de hecho, tira de argumentario de la era Zapatero.

Solidaridad con Rajoy

Carme Chacón, antes de irse al debate de TV3, ha querido lamentar la agresión que ha sufrido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Pontevedra, y Miquel Iceta lo ha comparado con la bofetada que denunció Pere Navarro en 2014. Zapatero se ha sumado a esta muestra de solidaridad, ocasionando las primeras interacciones con el público: "Qué buen corazón tienes, con el daño que te ha hecho ese señor", ha exclamado una mujer. "Eso es talante", ha respondido el expresidente.

Con tono de cuentacuentos, Zapatero ha repasado todo lo que para él quiere decir ser socialista, desde la ley de memoria histórica, la ley de la dependencia, la salud y la educación universales y la ley de matrimonios homosexuales. En referencia a esto, ha recordado la boda gay del vicesecretario del PP, Javier Maroto, con asistencia de Rajoy. "¿Hay forma más gratificante de darte la razón de forma tan evidente?", ha dicho. "Es cierto", ha comentado una pareja de jóvenes que escuchaban desde la última fila.

Oda a Catalunya

Pero la mayor parte de su intervención se la ha llevado la situación en Catalunya. El expresidente ha calificado de "imposible" y "efímero" el proyecto independentista, y de "patético" que Junts pel Sí y la CUP "quieran saltarse la ley en pleno siglo XXI", porque "demuestran que no tienen razón y que no pueden convencer". Zapatero ha dicho que los socialistas "no quieren imponer nada" y que "quieren convencer". "Tenemos paciencia", ha añadido, "137 años de paciencia", y se ha mostrado convencido de que en cuatro años habrá un nuevo pacto de convivencia entre Catalunya y España, cosa que ha dicho que "es un periodo corto para la tarea que se tiene que hacer".

Antes de "renovar las relaciones entre Catalunya y España", sin embargo, Zapatero ha dicho que "hay que renovar Catalunya, a sus dirigentes y su gobierno", aunque no hayan pasado ni tres meses de las últimas elecciones catalanas, y justo después ha calificado a los gobernantes catalanes de "legítimos" y ha mostrado la disposición del PSOE a sentarse a la mesa a negociar con ellos, "pero no la ruptura, sino la convivencia". "Hay que recuperar los afectos, porque no hay convivencia sin afectos", ha afirmado.

"No somos viejos"

Zapatero ha querido desmarcarse de nuevos partidos como Podemos –a pesar de que ha pasado de puntillas por Ciudadanos, de quienes ha dicho que hay que ver si son "tan de derechas como parecen"–. De los de Pablo Iglesias ha dicho que quieren copiar a los socialistas, aunque los llamen "viejos". "No somos viejos", ha afirmado, "tenemos solera".

Zapatero, fotografiado por sus seguidores al acabar el acto en Sabadell / PC