La vicepresidenta española Yolanda Díaz ha salido hoy en defensa de su compañero de filas en el PCE, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ante el alud de peticiones de dimisión que ha recibido en las últimas horas por haber dicho que España exporta carne de "mala calidad" proveniente de las granjas extensivas. Se han pronunciado en este sentido los partidos de la oposición, las asociaciones ganaderas, e incluso un barón socialista, el presidente aragonés Javier Lambán. El Gobierno se ha limitado a señalar que Garzón había expresado una opinión personal que no es la del ejecutivo.

Díaz ha sido pues la única líder política que ha dado apoyo al ministro y en una crítica a las grandes granjas, ha coincidido con Garzón que España tiene que "evitar prácticas minoritarias que empeoren la crisis climática". "Nuestro país tiene que seguir apostando por la ganadería sostenible, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y el F2F, y denunciar las prácticas minoritarias que agraven la crisis climática", ha insistido Díaz.

Y es que, según prosigue la vicepresidenta en un mensaje publicado en las redes sociales, "un Pacto Verde Europeo socialmente justo repercute positivamente en la salud pública".

Díaz ha publicado el comentario sólo horas después de que desde el Gobierno su portavoz, la socialista Isabel Rodríguez, desautorizara las declaraciones realizadas por Garzón al diario británico The Guardian, donde cuestionaba la calidad del producto de las granjas españolas de grandes dimensiones, recalcando que habían sido "a título particular". Previamente, también había desautorizado al ministro a la titular de Educación, Pilar Alegría. "La posición del Gobierno con respecto a este tema se declaró el 28 de diciembre pasada con la aprobación de la PAC con el apoyo del sector ganadero", ha apuntado. La ministra ha asegurado que "lo que todo el mundo conoce" es que España "es un país grande productor de alimentos de calidad" y en el que conviven tanto modelos intensivos como extensivos. Además, ha afirmado que "los dos generan empleo y economía" para los pueblos, desautorizando las tesis de Garzón.

Tensión en la coalición de gobierno

 

Uno de los más indignados con el ministro del PCE ha sido Lambán, que ha pedido la dimisión del ministro. "Estas declaraciones desgraciadas e insensatas son una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible. Quien las hace no puede ser ministro de España ni un día más. Es en sí mismo un insulto a la inteligencia", ha indicado sin ambages Lambán.

Asaja de Lleida ha sido una de los que ha pedido también la dimisión de Garzón. "No es la primera vez que el ministro Garzón va contra los intereses de los productores agroalimentarios del territorio y, una vez más, muestra su aversión por el sector productor", ha remarcado el presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué. "Si él no es capaz de dimitir, exigimos a Pedro Sánchez que lo aparte del Gobierno porque está haciendo un daño muy grande a todo el sector productor ganadero", ha añadido.

Por su parte, la asociación catalana de productores de porcino, PORCAT, también ha lamentado las palabras de Garzón y ha defendido que "los productores de porcino catalanes y españoles producen carne de calidad que cumple con todas las medidas de seguridad alimentaria, al realizarse controles sanitarios en toda la cadena de producción, y que respeta todos los requerimientos de bienestar animal".

"Los productores de carne han hecho un esfuerzo ingente para adaptarse a todas las normativas europeas de bienestar animal en los últimos años, con el objetivo de garantizar al máximo el bienestar de los animales". "Toda la carne que se produce cumple con las normas de bienestar animal y, tanto los mataderos como las granjas productoras, tienen que superar auditorías y tienen certificaciones de bienestar animal", añaden.