El Partido Popular no ha conseguido situar al co-portavoz del PDeCAT, Jordi Xuclà, como presidente de la comisión que investigará la presunta financiación ilegal de los populares y que se ha constituido este jueves en el Congreso, aunque hace días sonaba como el candidato más probable. A la negativa de Ciudadanos –debido al caso del 3% en su antiguo partido, Convergència, y la declaración de la familia Pujol–, se han sumado las reticencias de Podemos y PSOE. Xuclà se ha dicho "estigmatizado", aunque el PP lo ha defendido hasta el final, atacando las gestiones que habría hecho la formación naranja a sus espaldas.

¿Pero qué lleva al partido de Mariano Rajoy a apostar por los demócratas, tras negarles el grupo propio hace unos meses, avalar la expulsión de Francesc Homs por el 9-N y en un momento de máxima tensión con el soberanismo? Primero, el cierto distanciamiento entre Cs y PP, después de que hace unas semanas Albert Rivera decidiera aliarse con la oposición para impulsar las leyes en materia de regeneración a las que el presidente mostraba reticencias –aunque eran fruto del pacto de investidura. Segundo, la idea de que Rajoy contemple al PDeCAT como apoyo a decretos como la estiba, a cambio de dejarlos constituir como unión de diputados –un status diferente dentro del Grupo Mixto–. 

A parte, el hecho llega semanas más tarde que Xuclà y un diputado popular viajaran a Siria para entrevistarse con Al Asad, lo que casi les cuesta una amonestación de la Asamblea del Consejo de Europa. 

La cuestión es que el exmiembro de Convergència no se había postulado para la comisión, sino que lo habían señalado a él, de acuerdo con un pacto tácito en la cámara baja para que los partidos del Grupo Mixto pudieran tener visibilidad en alguna comisión de relevancia, como es el caso. El catalán no tenía ningún interés en ello, pero ha lamentado que le hubieran estigmatizado con "la estrella de David" por haber formado parte de un partido ya disuelto, salpicado por escándalos de corrupción. El portavoz del PP, Rafa Hernando, le ha defendido, recordando su trayectoria.

Así las cosas, el veto a Xuclà ha tenido lugar en medio de una retahíla de reuniones y desacuerdos entre los grupos. El motivo es que en la sala del lado se constituía la comisión que investigará la quiebra del sistema bancario y las cajas de ahorro, de manera que se han vencido equilibrios por el reparto de ambas. PP y PSOE tenían un pacto para que Ana Oramas la presidiera, pero Cs se había postulado a sí mismo como presidente. Por eso, el diputado Miguel Gutiérrez ha denunciado que los viejos partidos "pasteleaban" porque se han acabado repartiendo ambos órganos.

Pero la trama visible ha tenido un trasfondo, donde la "nueva política" se ha aliado. La formación morada no tenía inconveniente en dar apoyo a Cs con las cajas, si ellos recibían apoyo para presidir la de financiación. Ahora bien, necesitaban los votos del PSOE, y este tampoco los hubiera negado. La respuesta de la diputada de Podemos, Irene Montero, es que el PP ha rechazado que su partido controlara una comisión que pondrá contra las cuerdas a Rajoy, a quien quieren hacer comparecer hacia finales de mayo, cuando esté en marcha. Montero afirma que el bipartidismo se ha aliado para "taparse las vergüenzas".

En consecuencia, Cs ha propuesto a su candidato, Nacho Prendes, quien sólo ha tenido el apoyo de su grupo para presidir la de investigación del sistema bancario. Esto no ha sentado bien a los populares, quienes les han acusado de tener "intereses propios". El Mixto, PNV y ERC se han abstenido, ya que PP y PSOE han mantenido su acuerdo por Oramas. 

A su vez, el diputado que sustituirá a Xuclà es Pedro Quevedo, de Nueva Canarias –a quien el presidente necesita para superar los presupuestos generales del Estado. Este ha sido propuesto por Hernando, y ha contado con los votos a favor del PSOE. Con la entrada de Quevedo a la comisión, de la cual no formaba parte, Xuclà la deja –ya que los dos forman parte del Grupo Mixto. Por su parte, Podemos ha presentado a Txema Guijarro, quien sólo ha contado con apoyo de la formación morada. Cs, ERC, PNV y el Mixto se han abstenido.