El presidente del País Valencià, Ximo Puig (PSPV-PSOE), ha cargado contra la "especie de victimismo permanente que no es razonable" de la Generalitat de Catalunya y lo ve como un "mantra permanente por parte del Govern de incomodidad y desazón". Desde el punto de vista de Puig, todo eso "no ayuda" al diálogo entre el Estado español y Catalunya.

En cambio, valora como "más receptiva" la actitud del Gobierno y ha tildado de "muy acertada" la decisión de mantener, además de "establecer estos canales de diálogo" para poder solucionar y superar "un conflicto que existe y que no se puede obviar".

Puig también quiere gestionar Rodalies

También vinculado con la reunión de la comisión bilateral de este lunes entre el Estado y la Generalitat, tras la que se anunció que en los próximos meses se concretará cómo se traspasan las competencias de Rodalies al Govern, el presidente del País Valencià, Ximo Puig, también ha defendido que ellos están "dispuestos a asumir el servicio de Rodalies con la correspondiente cobertura económica". En esta línea, también dejaba claro que "no queremos recibir el servicio si no tenemos la dotación suficiente para modernizar un servicio que es francamente mejorable" en el territorio valenciano.

Con respecto al acuerdo para ampliar el aeropuerto del Prat, Puig ha esquivado pronunciarse al respecto y ha querido recordar que "en el País Valencià se hizo una ampliación importantísima del aeropuerto de Alicante" y que lo que realmente le preocupa es que "la Comunidad Valenciana sea tratada con equidad".

De hecho, el jefe del ejecutivo del País Valencià ha trasladado que quiere que los presupuestos generales del Estado para el 2022 lleguen al 10% de las inversiones: "Creo que tiene que continuar igual, no estamos en contra de nadie, ni contra Catalunya, ni contra Madrid. Defendemos que nuestro territorio tenga las mismas oportunidades que el resto, ni más ni menos".

La crítica de Ximo Puig contra la Generalitat de Catalunya llega después de la reunión de la comisión bilateral. El vicepresident del Govern, Jordi Puigneró, y la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, manifestaron después del encuentro que no salían muy satisfechos y que los acuerdos alcanzados eran "insuficientes". Con estas declaraciones, rebajaban el triunfalismo que, en cambio, había plasmado la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.

El Govern iba con la intención de hablar de 56 traspasos pendientes, pero explicaron que no se había podido tratar todo, lejos de lo que les habría gustado. Lo que sí que se acordó fue el traspaso de la gestión de las becas, que sería efectiva para el curso 2022-2023; o el desbloqueo de la deuda correspondiente a la disposición adicional tercera del Estatut, que especifica que el Estado tiene que invertir en Catalunya una cifra proporcional a su aportación al PIB estatal. De los 759 millones pendientes de 2009, sin embargo, sólo el Estado entregará 200.

Por otra parte, se pactó crear grupos específicos para poder hacer efectivo el traspaso de la gestión del ingreso mínimo vital, para estudiar los cambios legislativos que hagan falta para que la ley catalana de alquileres tenga cabida en la normativa estatal o uno que tendrá el objetivo de reducir la "conflictividad institucional".

 

Imagen principal: El presidente del País Valencià, Ximo Puig, en una rueda de prensa después de un encuentro con Francina Armengol, su homóloga de las Islas Baleares. Europa Press.