El acto multitudinario de Vox en las puertas de una nueva campaña electoral ha sido una celebración de los lugares comunes de la retórica neofranquista, un aquelarre del nacionalismo español que ha convencido a doce mil ultras en el Palacio Vistalegre de Madrid -según cifras de la organización- que no han pasado por alto la oportunidad de dar calor a su líder, un Santiago Abascal que se proyecta ante los suyos como el futuro presidente del Gobierno aunque la mayoría de encuestas augura a esta formación de extrema derecha una caída en el apoyo popular -con el pequeño consuelo de un posible 'sorpasso' a Ciudadanos para hundir un poco más a un Albert Rivera en horas bajas-.

Abascal ha cargado contra todo lo que rompe su univisión de España, y en especial ha repartido estopa contra el independentismo catalán, bramando que hay que llegar a la "ilegalización de los partidos separatistas y la suspensión inmediata de la autonomía de Catalunya" e implorando la "detención inmediata" del president de la Generalitat, Quim Torra. "En España se permite que Torra esté libre y no esposado inmediatamente" ha afirmado Abascal, que cree que "Puigdemont tendría que haber sido entregado en España".

Asimismo, el presidente de Vox no ha perdido la oportunidad de disparar contra el PSOE y especialmente a su legado histórico, asegurando que su partido es el único que después de las nuevas elecciones españolas del 10-N puede asegurar que no pactará "con el partido de la historia criminal, el PSOE," ahora que parece que tanto PP como Cs parece que sí que estarían dispuestos a pactar.

Fidel al lema del acto, Plus ultra (Más allá en latín, motivo que figura en el escudo de España), Abascal no ha perdido oportunidad de profesar su fe en un nacionalismo español que bebe directamente del constructo histórico español desarrollado durante el franquismo y, también, se ha referido a la figura del dictador fascista, rechazando el traslado de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, porque según su opinión en el fondo se persigue "destruir la reconciliación de los españoles, reescribir la historia, deslegitimar la monarquía y derrocar a Felipe VI".

Puigdemont, protagonista

El acto, que ha acabado con la interpretación del himno de España, ha contado con la participación de otros líderes del partido, como Rocio Monasterio, Hermann Tertsch, Ivan Espinosa de los Monteros y el secretario general de la formación ultra, Javier Ortega Smith, pero también ha tenido su protagonismo el president Carles Puigdemont, que aparte de ser citado en varias ocasiones, y no para tirarle piropos, ha estado en el centro de dos momentos singulares. Justo mientras subía Rocío Monasterio al escenario ha sonado la canción que dice 'Puigdemont te van en meter en prisión' y el público ha estallado en gritos de Puigdemont a prisión justo antes del parlamento de Ortega Smith.

Ortega Smith tilda a Companys de "asesino".

Pero Puigdemont no ha sido el único president de la Generalitat citado, también hay aparecido Quim Torra y Lluís Companys, a quién el secretario general, Javier Ortega Smith, ha tildado "de asesino" al recordar que precisamente hoy se celebra el aniversario de la proclamación del Estado Catalán el año 1934, un hecho que desde Vox se considera un "golpe de Estado".

Asimismo, Ortegha Smith ha puesto en marcha la rueda del hámster del nacionalismo español más tronado, con referencias al Cid Campeador, los Reyes Católicos, los Tercios de Flandes y a Blas de Lezo entre otros popes patrióticos.

Ortega Smith ha asegurado que "Vox es la única posibilidad de defensa de España" y centrado en Catalunya, el secretario general del partido ultra ha afirmado que "un tercio del dinero que hay en España va a parar a Catalunya", ha asegurado que "los CDR son la 'kale borroka' independentista" y ha considerado que Pedro Sánchez es "el mayor traidor de la historia de España". Eso sí, también ha tenido palabras para el anterior presidente del Gobierno: "El traidor de Rajoy fue incapaz de aplicar la ley y la Constitución".

En definitiva, un argumentario neofranquista que ha convencido a los miles de ultras que han participado en el acto.