Embestida frontal. Las tres formaciones de la derecha españolista en Catalunya, Vox, Ciutadans y el Partido Popular, no han sorprendido en su intervención este miércoles en el Parlament. Han sido los primeros a pronunciarse sobre la nueva ley que pretende proteger el catalán en las escuelas, nacida a partir del acuerdo entre Esquerra Republicana, Junts, PSC y los comuns, y lo han hecho sin escrúpulos ni ningún tipo de autocontrol, subiendo el tono pocos minutos antes de que la ley se haya aprobado en la cámara catalana. Con todo, después de que hace dos semanas los mismos partidos ya intentaran torpedear el pacto llevándolo al Consejo de Garantías Estatutarias, pero este ya dio ayer su luz verde al texto. Como vía alternativa, el españolismo también ha advertido que irá al Tribunal Constitucional, si bien eso no ha evitado que el ataque en la intervención de hoy haya sido contundente.

Los primeros a pronunciarse han sido Ciutadans. El líder de los naranjas en Catalunya, Carlos Carrizosa, ha empezado muy fuerte, con una primera oración que ha preparado el escenario por aquello que tenía que seguir. "Esta ley la presenta el separatismo más radical e hispanófobo", ha disparado. En esta línea ha continuado, arremetiendo contra el "monolingüismo forzoso", la traición de las promesas de Jordi Pujol, y la perversión del modelo lingüístico anterior con la inmersión en las escuelas. También ha descrito este sistema educativo actual como un "texto de piedra que bajó Moisés" y un "fósil" para criticar su inmovilidad. Frente a esto, ha querido reivindicar la necesidad de sacar adelante una propuesta diferente, basada en un modelo con tres lenguas: el catalán, el castellano y el inglés. Ciutadans ya presentó este sistema hace unas semanas, y hoy lo ha vuelto a reclamar para hacer frente a un mundo globalizado, a diferencia de una inmersión que provoca un fracaso "en el rendimiento y en la estabilidad emocional".

El siguiente turno ha sido para el portavoz de la ultraderecha de Vox, Joan Garriga, quien también se ha referido similarmente a Pujol para decir que "dormía tranquilo" después de alterar el modelo de educación. "Discriminan al castellano porque, para ustedes, la inmersión es un objetivo político para uniformar a los catalanes y acabar con la pluralidad de Catalunya", ha lanzado. También más acusaciones, como la Generalitat ha querido "potenciar el sentimiento nacional de profesores y padres", y mentiras como algunos de estos docentes se han visto obligados a "enseñar a escondidas a leer y escribir en castellano". Ya en referencia a la medida, la ha descrito como una ley tramposa para "esquivar la obligación de la Generalitat de cumplir la sentencia". E incluso ha conseguido hacer estallar de risa y aplausos la bancada independentista cuando el diputado ultra se ha referido a las medidas que impulsarán a partir de ahora para hacer frente: "Presentaremos una querella de desobediencia contra los que han incumplido la sentencia. No nos gusta presentar, pero nos vemos en la obligación".

Y, por parte del Partido Popular, el líder Alejandro Fernández ha apostado por la misma vía. Sustitución lingüística, ilegalidad, obsesión enfermiza... con estas palabras se ha referido el diputado para cargar contra la ley. De nuevo, otra referencia a Jordi Pujol, recordando que rompió con su apuesta por un modelo educativo en catalán y castellano para acabar defendiendo el modelo de inmersión lingüística. "Es la supresión de la libertad, y se tiene que tener mucha barra y poca vergüenza cuando los que aprueban esta ley llevan a sus hijos a las escuelas privadas trilingües", ha rematado. Además, ha defendido que la inmersión ha demostrado ser negativa para el catalán, evidenciándolo con el retroceso de su uso social y a las escuelas, por lo cual cree que la lengua se ha hecho "antipática para una parte fundamental de la sociedad", y criticando también que los medios públicos hablan utilizan cada día expresiones como "ñordos y colonos".

Vínculos con Franco y Hitler

Más allá, las formaciones también han querido vincular el modelo de escuela catalana con ciertos regímenes totalitarios. Sorprendentemente, las acusaciones no han venido de los ultras de Vox, sino de Ciutadans y el Partido Popular. Así, Carrizosa se ha querido referir al dictador español. "Franco le hizo un flaco favor al castellano imponiéndolo a Catalunya, y ahora ustedes hacen un flaco favor al catalán imponiéndolo a Catalunya". Y también por parte de Fernández, quien ha mencionado al genocida austríaco: "Hubo gente que defendía que Alemania es donde se habla alemán, y si se hablaba en partes de Francia, Dinamarca, Polonia, Austria y Chequia, quería decir que aquello también era Alemana. Ya se sabe dónde llevó eso, y aquí se quiere hacer con la idea de los Países Catalanes".

Ataques a los socialistas

Los líderes de los partidos también han tenido la oportunidad de expresarse brevemente al último momento, y Vox y Cs lo han hecho para dirigir un ataque casi compartido al PSC de Salvador Illa. El ultra Ignacio Garriga ha cargado contra "un nuevo capítulo de traición del PSC al conjunto de los catalanes". "Permiten que el totalitarismo separatista avance pisando nuestros derechos", y se ha reivindicado como la verdadera oposición y la que conseguirá que, más pronto que tarde, la gente pueda escolarizarse en castellano en Cataluña. Y Carrizosa, más del mismo contra el PSC. "Me siento avergonzado y harto de ver como mienten en la población", ha tirado, para disparar también contra "el nacionalismo más supremacista y excluyente".