Hace año y medio que el independentismo repite el mantra de que hay que ampliar la base. Se ha convertido en una obsesión que a menudo produce discusiones absurdas a propósito, por ejemplo, de su hoja de ruta. La realidad, más allá de las declaraciones, es que la suerte del independentismo se mueve entre dos bolsas de votantes decisivas: los unionistas de JxSí y los indepes de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQP).

¿Cómo puede ganar un referéndum el independentismo y sobre qué ejes debería girar su campaña electoral? Los datos proporcionados por el Baròmetre del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de Catalunya, en este caso de la segunda oleada de 2016, son un buen GPS para aclararlo.

Esas cifras muestran que entre los mencionados grupos de votantes hay diferencias, pero también nexos. Al mismo tiempo, indican que las formaciones indepes tienen que pescar a estos votantes haciendo campaña en lugares de frontera y añadiendo mucha seriedad al procés, a su política y a su acción de gobierno.

Votos delimitados

Muchos se preguntan dónde están los votos independentistas que faltan. La respuesta es doble. Existe una bolsa de 181.500 votos independentistas en CSQP (unos 97.500 votos totalmente independentistas y 84.000 más que seguramente votarían sí a la secesión) y otros 116.700 por el lado unionista de JxSí. Parece que esta cantidad de votos sea muy alta, pero se trata de porcentajes bajos.

Los análisis cualitativos elaborados en Participa han delimitado muy bien el tipo de votante de frontera. El referéndum no se ganará si el elector de izquierda que desea la secesión no vota a favor en un referéndum. Se trata del electorado indepe de ICV, que es prescriptor: son personas que han militado en movimientos sociales, sindicatos, etcétera, y son escuchados en su alrededor. Votan siempre y dudan de romper con su partido de siempre para votar a otro partido indepe.

En el caso del votante unionista de JxSí, sus características son diferentes: no hay que buscarlo (ya ha votado indepe una vez) pero es necesario asegurarle que el procés será ordenado.

Atrevidos y miedosos

Una de las preguntas más interesantes del CEO es esta: La gente se enfrenta, a menudo, a riesgos cuando tiene que tomar decisiones económicas, profesionales o en otros aspectos de la vida. ¿Cómo se posicionaría usted en una escala de 0 a 10, teniendo en cuenta que 0 es "nada dispuesto/a a asumir riesgos" y 10 "totalmente dispuesto/a a asumir riesgos"?

Esta pregunta es clave: las respuestas muestran que el votante independentista de CSQP no tiene ningún miedo al riesgo, patrón que también se evidencia, por dar un referente, entre los votantes de la CUP y los independentistas de JxSí.

En cambio, el votante unionista de JxSí es diferente: es más miedoso, lo que esconde un hecho destacado, vinculado con la edad, que se explica más adelante.

Aversión al riesgo por segmentos de votantes (0 = mucho; 10 = poco)

Un patrón repetido

Con el eje izquierda-derecha se repite el mismo patrón que con la aversión al riesgo: el electorado indepe de CSQP va del centro izquierda a la izquierda y el electorado no independentista de JxSí es centrista puro.

Eso no es ni bueno ni malo, simplemente evidencia una izquierda posmoderna en CSQP y un votante que tiene miedo a perder su estatus en JxSí. Es decir, el votante indepe de izquierda no vota partidos indepes por miedo a que no se produzcan los cambios que quiere. El votante centrista de JxSí no se hace indepe por miedo que todo acabe mal.

Posición en el eje izquierda-derecha (0=izquierda; 10=derecha)

Nexos y diferencias

El votante no independentista de JxSí tiene las preocupaciones clásicas: el paro y la precariedad. Además, muestra más inquietud por el incivismo que por la educación.

Eso contrasta con la posmodernidad del votante indepe de CSQP, a quien preocupa la insatisfacción política. Se trata de un votante de piel transformadora que, aunque no lo parezca, tiene nexos con los junteros: ambos son poco procesistas (no quieren distracciones ni aplazamientos innecesarios de la hoja de ruta) y se preocupan por el buen funcionamiento de la economía.

Preocupaciones de los votantes

Donde buscar al indepe de CSQP

El votante indepe de CSQP es profundamente urbanita. Eso quiere decir que a la hora de hacer campañas, es un grupo fácil de segmentar, también porque la CUP ha capturado votos ecosocialistas en los municipios de entre 10.001 y 50.000 habitantes, es decir, ciudades pequeñas y capitales de comarca.

¿Dónde se concentran los votos?

Eventuales y empresarios

Las categorías profesionales dibujan pocas diferencias entre los votantes de estos dos perfiles de frontera. Hay que señalar, sin embargo, el porcentaje de empresarios con asalariados entre los votantes no indepes de JxSí y el porcentaje de eventuales o interinos entre los indepes de CSQP.

Otra vez, son dos aguas donde se puede navegar más fácilmente de lo que parece. Es más accesible hacer campaña entre alguien que es de izquierdas (y quiere un Estado con sanidad, educación, transparencia...) y un votante más moderado que busca un Estado eficiente, que funcione.

Categorías profesionales por votantes

La edad importa en JxSí

En JxSí se observa que el factor edad es clave para entender su bolsa de votantes no indepes. Ciertamente, son pocos los contrarios a la independencia en el electorado de JxSí, pero su proporción crece a medida que aumenta la edad. Así, casi un 43% de los 116.700 votos unionistas de JxSí son personas mayores de 65 años.

Es decir, el votante de orden con miedo a perder lo que tiene está geográficamente disperso y es de edad avanzada.

Apoyo a la independencia por edades. Votantes de JxSí

EN CSQP, en cambio, se advierte un fenómeno ligeramente diferente. El factor edad es porcentualmente más fuerte en las franjas más jóvenes, pero no es así respecto al número de votantes. Cuando se cruzan los datos del CEO se ve que la franja más joven es la que más apoya la independencia, aunque la bolsa de votos mayor no corresponde a este segmento. Los votantes indepes de CSQP rompen el factor edad, pero su distribución no declina con la edad.

Apoyo a la independencia por edades. Votantes de CSQP

El perfil necesario

El independentismo, si quiere ganar, debe buscar al votante catalanista de centro-izquierda favorable a la secesión mientras refuerza al votante no independentista (de orden) de JxSí.

Los datos muestran el perfil de un electorado metropolitano, abierto, preocupado por las cuestiones posmodernas y que no define su voto según la edad. Los típicos votantes que se preocupan por asuntos como las escuelas, la transparencia o los derechos de los animales, preocupaciones más allá de las sociolaborales. Paralelamente, existe un votante de edad avanzada, de orden, poco inclinado al cambio y preocupado por su estatus.

El independentismo, pues, tiene que penetrar en ambas zonas de frontera (generalmente urbanas, pero no siempre) y cooptar al votante que se siente independentista (o duda) y tiene piel transformadora.

Ideas de campaña

Al mismo tiempo, el gobierno actual de JxSí y los partidos políticos que componen esa coalición deberían enviar a su votante no indepe mensajes para inclinarle a favor de la secesión basados en la seriedad –tanto entre el gobierno como en el grupo parlamentario. Esto le permitiría aglutinar todo aquello que tienen en común los votantes de orden de JxSí y los transformadores de CSQP: la voluntad de hacer un país abierto, tolerante, que funcione y sea serio.

La campaña independentista ganadora tiene que repartir caramelos de dos gustos combinados: orden y progreso social, cosa que quizás implica abandonar las campañas de autoconsumo y buscar al votante que necesita para consolidar el voto más allá del 50%.

Sergi Cristóbal Jané es politólogo. Una versión de este artículo se publicó en Revista l'Endavant.