El exconseller Santi Vila acaba hoy su condena por inhabilitación junto con Meritxell Borràs y Carles Mundó. Su resumen de todos estos años hasta ahora es que "sólo" puede tener "un recuerdo agrio y triste" del 1 de octubre del 2017. Por eso, concluye que con la entrada del nuevo Govern y el paso del tiempo, las cosas han cambiado radicalmente: "Tengo la convicción íntima que el procés se ha acabado", ha dicho en declaraciones a TVE.

Recuerda el "dolor que vive Puigdemont"

Por la parte de Esquerra, alaba el nuevo liderazgo de Pere Aragonès, aunque recrimina las acciones pasadas de este partido: "Algunos que empujaron a tomar decisiones al pobre president Puigdemont, como una DUI simbólica, seguramente han arruinado la vida de muchos. Yo ya sabía que me condenarían por desobediencia y estuve dispuesto a jugármela para poder votar".

Y añade: "Ahora bien, todo el drama que algunos han tenido que asumir con condenas más duras y fuertes por aquellos que quisieron hacer un regate corto, como se llama en el mundo del fútbol, para arañar cuatro votos al espacio convergente, que también vivan con su conciencia de la pena por el president Puigdemont, que nos está representando muy dignamente pero habiendo arruinado buena parte de su vida".

¿A quién votó?

A pesar de todo, Vila descarta dar apoyo a Junts, pero también a cualquier otro partido independentista: "Yo voté soberanismo en las últimas elecciones porque soy un liberal y progresista y no escondo que voté al PDeCAT. Pero me arrepentí porque no vi normal el cordón sanitario que le hicieron a Salvador Illa. Como que lo hice por correo, sólo tuve que recibir la tortura familiar, que ya me avisaban de que tampoco tendrían ningún tipo de determinación". Este posicionamiento lo contrapone con lo que está viendo en los últimos días entre La Moncloa i Esquerra: "Hace falta arremangarse como están haciendo, ser valientes y decir 'venga va', vamos a sacarnos tanto dolor y despropósito".

Defiende el liderazgo de Aragonès

Por todo ello, asegura que ha celebrado "muchísimo" el nuevo Govern del president Pere Aragonès: "Muestra sentido común", sobre todo Esquerra, que ha visto que "un camino unilateral hacia la independencia tendría que tener una mayoría reforzada y por lo tanto lo que queda es el diálogo, aunque pueda parecer estéril".

Para no quedar como incongruente con sus acciones pasadas, matiza: "Y lo dice alguien que quedó a la intemperie en el intento de negociación y mal visto a ojos del gobierno español y el catalán". Por eso, pide volver a viejos pactos del pasado: "Después del Majestic no hemos visto ninguno fructífero".

A pesar del recetario político que ha dado, Vila descarta volver a la política: "No contemplo ir a ninguna lista municipal, todavía tengo que afrontar causas judiciales abiertas por mi ejercicio anterior en el Govern". Pide aire fresco y caras nuevas y pone de ejemplo al president Aragonès.

Ahora, centrado en el ámbito de la empresa privada y la universidad, el exconseller está convencido que puede seguir contribuyendo dando su opinión política y pide que no sea recordado como "una generación marcada por el dolor que se causó los años 2016 y 2017" a la sociedad catalana.

Fotografía de portada: imagen de recurso de Santi Vila