El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha acusado al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y al Govern catalán de presiones a medios, alcaldes y funcionarios, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. De Vigo ha asegurado que el borrador de la ley de referéndum, que se ha conocido este lunes y justifica la vía unilateral para la celebración del 1 de octubre, se había hecho con "gran oscurantismo" y que incluso algunos consellers la desconocían.

"La Generalitat y su presidente presionan a los medios. Sólo quieren a los que les hagan propaganda a favor del referéndum. Eso atenta contra la libertad de información y de prensa", ha afirmado sobre la campaña de publicidad institucional que el Govern catalán impulsará, donde una de las condiciones es que se publicite el 1-O. La Moncloa y los ministerios, como toda administración, asimismo pueden impulsar campañas de esta índole.

De Vigo también ha hablado de "presiones" a los alcaldes, justo después del acto en la Universitat de Barcelona, organizado por la Associació de Municipis per la Independència (AMI) y la Associació Catalana de Municipis (ACM), donde más de 500 de ellos se comprometieron con el referéndum. "Contra el Estado de miedo, el Estado de Derecho", dijo Puigdemont entonces. La semana anterior, PSOE y PSC anunciaron sanciones para los socialistas catalanes que se sumasen al referéndum. Algunos de ellos se mostraron partidarios de participar y ceder instalaciones municipales para ello.

Finalmente, el portavoz del ejecutivo ha afirmado presiones a los funcionarios, tras las palabras del diputado Lluís Llach sobre que podrían ser sancionados si no participaban en el 1-O. Ahora bien, el borrador difundido habla de la protección a los mismos. Sin embargo, De Vigo asegura que el ejecutivo central no dejará que este colectivo sea "presionado", pese a no exponer qué medidas serán tomadas contra Puigdemont. Sobre eso, fuentes del Gobierno recuerdan que sólo se puede actuar si los anuncios se convierten en leyes firmadas.

Sobre los detalles de la ley de transitoriedad, el representante de Moncloa ha dicho que la asamblea constituyente anunciada se prevé después de un "referéndum que no se hará" y ha equiparado Catalunya con el régimen bolivariano de Venezuela. "Se ha hecho sin luces ni taquígrafos. No nos parece que sean las maneras. Hablan de una asamblea constituyente con participación de no sabemos muy bien quién, eso se hace en otras latitudes. No en Europa", se ha jactado, afirmando que el PDeCAT nunca lo hubiera hecho hace unos años. 

Todo ello es atribuido a la participación de la CUP en la mayoría parlamentaria del independentismo. "También ha habido presiones a los Mossos por parte de la CUP y una pérdida de neutralidad de la Generalitat", ha expuesto con tono solemne De Vigo, después de que los cupaires cuestionaran el papel de la policía autonómica en la detención de tres miembros de Arran –que asaltaron la sede del PP catalán en marzo– por no ir a declarar. Esto llega después de que el Congreso rechazara derogar la Ley de Seguridad Nacional –que permite al Estado tomar el control de los Mossos– gracias a los votos de PP, PSOE i Cs

En último término, De Vigo ha afirmado que la "generalidad de los catalanes" abogaba por el diálogo y la resolución "de los problemas de los catalanes, no de los independentistas", aunque una encuesta de La Vanguardia de este fin de semana ilustra que un 71% de la ciudadanía de Catalunya quiere un referéndum.