Los discursos de odio se expanden como la pólvora. El auge de partidos y las formaciones de extrema derecha lo gestan y lo promueven impunemente. Pero no inventan nada, sino que se aprovechan de las discriminaciones que están latentes en la sociedad. Así lo explica Tània Verge, la consellera de Igualtat i Feminismes, quién ha cargado contra la extrema derecha por aprovecharse de los "estigmas, estereotipos y prejuicios" que existen a la sociedad, en una entrevista en la ACN.

Verge ha afirmado que los partidos de extrema derecha "pueden encontrar cierto campo para correr, no generan el racismo, pero lo explotan". En otras palabras, el racismo, la LGTBIfobia o la misoginia están presentes en la sociedad, estos se convierten en la materia prima que los discursos de odio amplifican y radicalizan. Ha subrayado en que hay que ser "contundentes" con los discursos de odio que legitiman que "pueda haber gente que se sienta habilitada para agredir a otras personas".

La consellera ha insistido en que hay que "combatir" este tipo de discursos, pero ha matizado que se tiene que hacer a través de diferentes escenarios, como la educación o los medios de comunicación. Una estrategia global.

Protocolos, reglamentos y fiscalización

En pleno auge de las agresiones motivadas por los discursos de odio es posible preguntarse: ¿Cómo se pueden combatir estas narrativas? Las formas son diversas y la Conselleria ya está trabajando. Verge ha anunciado que el departamento ya cuenta con un borrador del reglamento sancionador aplicable en caso de comportamientos discriminatorios, sea por machismo, racismo u otros tipos de discriminación. Este tendrá una especificidad para casos de LGTBIfóbia. "En poco tiempo lo tendremos a disposición de la ciudadanía, así como un formulario de denuncia en la web", ha explicado a la ACN.

Además, Verge ha explicado que la Conselleria quiere sacar adelante "más recursos específicos": campañas de sensibilización, refuerzos en los servicios de atención integral y una mayor coordinación con respecto a las políticas municipales.

El departamento también trabaja en un plan de igualdad de trato y no discriminación que según Verge tiene que ir "mucho más allá". El plan propone protocolos de actuación más específicos, también para las mismas administraciones, las cuales tienen que "ser ejemplares", según la consellera.

La complejidad de la violencia

A medida que la sociedad se conciencia más de las discriminaciones y las violencias sistémicas que la fundamentan aparecen nuevos conceptos que definen realidades que antes eran ignoradas. De crímenes pasionales, a violencia doméstica, a violencias machistas, cambios de perspectivas y paradigmas. Dentro de las violencias machistas hay muchos tipos de agresiones y últimamente la violencia vicaria ha estado sobre la mesa.

En su entrevista en la ACN, la consellera ha sido preguntada por la reciente reforma legal que bloquea las visitas a los menores de progenitores investigados por maltrato en el estado español. Verge ha expuesto que el código civil catalán ya contaba con esta medida y ha recordado: "A los niños que se encuentran en una situación de violencia machista en el ámbito del hogar siempre son víctimas directas y, evidentemente, les deja un impacto muy profundo".

Nuevas perspectivas sobre las violencias machistas como la mediatización del concepto violencia vicaria, hacen que antiguos estereotipos en torno a estas agresiones caigan. Verge ha insistido en que hay que deconstruir a "quien es una víctima ideal" y quien es "un agresor ideal". "Sabemos que las mujeres sufren una revictimización en el ámbito judicial, ya que, a menudo, se cuestiona su testimonio. Además la carga de la prueba que tienen que aportar para demostrar que hay una situación de riesgo es excesivamente elevada", ha lamentado.

 

 

Imagen principal: Tània Verge, consellera de Igualdad y Feminismos, en una entrevista con la Agencia Catalana de Noticias / ACN