Unió Democràtica no cuenta presentarse de nuevo en solitario a unas elecciones generales en caso de que la imposibilidad de pactar un nuevo gobierno en el Congreso, antes del 2 de mayo, obligue a repetir los comicios.

Destacados dirigentes democristianos han asegurado a El Nacional que el partido descarta totalmente volver a concurrir a las elecciones españolas después de los resultados obtenidos el 20D, cuando no consiguieron ningún diputado. Admiten, sin embargo, que esta decisión no ha sido todavía adoptada formalmente por la dirección del partido.

El secretario general de la formación, Ramon Espadaler, consultado sobre este tema, ha reconocido que “algunos dirigentes son de esta opinión” pero ha añadido que Unió no tomará ninguna decisión hasta que la repetición de las elecciones sea un hecho.

La convocatoria de nuevas elecciones pillaría a Unió en una situación complicada, tanto desde el punto de vista político como económico.

El pasado mes de junio, después de una consulta entre la militancia, Unió rompió la coalición CiU por el posicionamiento de los convergentes en el debate independentista. Esta decisión provocó también la marcha del partido de una parte de los dirigentes y militantes, liderados por Antoni Castellà, que fundaron Demòcrates de Catalunya.

Sin diputados

El 27-S Unió acudió en solitario a las elecciones en el Parlament y no consiguió ningún diputado, mientras que la formación que lidera Artur Mas i Demòcrates se presentaron dentro de JxSí con ERC, MES y candidatos independientes y consiguieron 62 escaños.

UDC tampoco consiguió ni un solo representante en el Congreso el 20-D, cuando Josep Antoni Duran i Lleida encabezó la candidatura al Congreso. Este resultado provocó que el hasta entonces líder del partido abandonara el cargo y dejara la formación en manos de Ramon Espadaler.

A la pérdida de representación en el Parlament y en el Congreso se ha añadido la marcha de concejales y alcaldes de diferentes ayuntamientos hacia Demòcratas.

El último capítulo ha sido la crisis económica provocada por la pérdida de cargos electos. A mediados de marzo se supo que Unió había decidido acogerse a un preconcurso de acreedores para buscar una salida a sus problemas financieros.

19 millones

Después de las últimas campañas en solitario, la deuda de Unió se cifraría en 19 millones de euros, principalmente en entidades bancarias, lo cual ha obligado al partido a vender patrimonio, incluida su sede en la calle Nàpols de Barcelona.

Unió tiene previsto celebrar un congreso entre finales de mayo y principios de junio para reorganizar internamente la formación. No obstante, Espadaler ha asegurado que los democristianos no dejarán de luchar por su espacio político.